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El CO2 en la atmósfera marcó un nuevo récord en 2020 pese a la pandemia

La pandemia provocada por el covid-19 no ha frenado las emisiones de dióxido de carbono que, según ha advertido la Organización Meteorológica Mundial (OMM), marcaron un nuevo récord en 2020, situándose por encima de las 413 partes por millón.

La contaminación del aire es una de las causantes del calentamiento. (GETTY IMAGES)
La contaminación del aire es una de las causantes del calentamiento. (GETTY IMAGES)

La concentración en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero, marcó un nuevo récord y se situó en 413 partes por millón en 2020, pese a la relativa reducción de nuevas emisiones que provocó la pandemia. En Tenerife y Hawai se registraron concentraciones de hasta 419 partes por millón.

Según ha alertado la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a pocos días de que comience la Cumbre del Cambio Climático de Glasgow, los niveles de CO2 en la atmósfera son ya un 149% superiores a los de la era preindustrial, y dada la larga duración de ese gas pueden contribuir a un aumento de las temperaturas durante décadas, incluso logrando emisiones netas cero.

«Tenemos que replantearnos nuestros sistemas industriales, energéticos y de transporte, todo nuestro modo de vida», ha declarado el secretario general de la OMM, el finlandés Petteri Taalas, al presentar los nuevos datos, con los que la agencia espera influir en los compromisos que la comunidad internacional adopte en Glasgow.

«Muchos países están ahora fijando objetivos de neutralidad de carbono, y es de esperar que en la COP26 de Glasgow haya un dramático aumento en esos compromisos», ha apuntado tras insistir en que los cambios «son viables económica y técnicamente, y no hay tiempo que perder para adoptarlos».

Metano y óxido de nitrógeno

El informe de la OMM también revela que los niveles de otros gases de efecto invernadero, como el metano (CH4) y el óxido de nitrógeno (N2O), equivalen respectivamente a un 262% y un 123% de los que se estima había en 1750, antes de que las actividades humanas alteraran el equilibrio natural.

«Al ritmo actual de aumento de concentraciones de todos estos gases, veremos un aumento temperatura mucho mayor que los objetivos de 1,5 o 2 grados del Acuerdo de París», ha apuntado Taalas.