«El mercado del lujo se ha portado bien durante la pandemia». Ese era el resumen que Philippe Thomine Desmazures, director de ventas para Biarritz y Donibane Lohizune de la agencia Barnes hacía en su informe correspondiente al año 2020.

La agencia especializada en bienes de lujo saltaba a los titulares de la prensa tras conocerse de la venta, en pleno periodo de pandemia, de un apartamento de 40 m2 en Biarritz a un precio exorbitante: 40.000 euros el metro cuadrado se pagó por ese inmueble situado en la emblemática Villa Beltza.

La pasada primavera era una venta en Bidarte, donde una casa familiar frente al mar salió al mercado por 18,9 millones de euros, la que volvía a poner de manifiesto que la fuerte subida de precios registrada en el periodo de pandemia estaba lejos de tocar techo.

El mercado del lujo cuenta hoy con otro bien, esta vez un castillo, el de Arrangoitze, que la misma agencia, Barnes, oferta al precio de 9,5 millones.

El digital Mediabask ha dado cuenta de la salida a la venta de esa mansión, construida en 1900, e inscrita en el inventario adjunto de monumentos históricos.

Descripción de un bien excepcional

Hasta su salida al mercado, la propiedad del marqués Michel d'Arcangues era alquilada para acoger conciertos, bodas y otros eventos, y en ocasiones se abría igualmente a visitas.

La agencia presenta el bien como «un castillo de alrededor de 2.500 metros habitables y en el que se ha recibido a personalidades de todo el mundo» y destaca que la propiedad se sitúa a diez minutos de Biarritz y sus playas, además de contar «con maravillosas vistas sobre el campo de golf y los Pirineos, todo ello en un ambiente de total tranquilidad».

Un hall para recepciones, un gran comedor, tres salones y un despacho componen la planta baja del castillo en cuyo subsuelo se sitúa una gran cocina.  Ya en el piso noble se completa con nueve habitaciones y seis baños.

Finalmente, en el piso superior cuenta con dos apartamentos independientes dotados, a su vez, de cinco o seis habitaciones y baño.

La agencia advierte de que el edificio precisa de reformas, aunque remarca que en la caballeriza, de 750 m2, es posible construir otras dependencias para vivienda, al contar con el correspondiente permiso municipal. Y recuerda que el hecho de que el castillo figure como patrimonio histórico «da acceso a deducciones fiscales por los trabajos de restauración».

El castillo dispone de un terreno arbolado y de jardín de una extensión total de 6,7 hectáreas.