Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

El Athletic opta al cuarto título de la Supercopa en su mejor momento de la temporada

Después de ocho partidos consecutivos sin ganar, el Athletic ha remontado el vuelo desde mediados de diciembre y se encuentra en su mejor momento de la temporada, algo que quiere ratificar levantando su cuarta Supercopa.

El Athletic quiere que vuelvan a repetirse estas mismas imágenes a la conclusión de la final contra el Real Madrid.
El Athletic quiere que vuelvan a repetirse estas mismas imágenes a la conclusión de la final contra el Real Madrid. (AFP)

En pos de su cuarto título de la Supercopa, el Athletic se mide al Real Madrid –King Fahd International Stadium, domingo, 19.30, Movistar– en el mejor momento de la temporada de los rojiblancos, cuyo once se ha visto fortalecido por la entrada de savia nueva, que le ha aportado profundidad y capacidad goleadora.

Después de una mala racha de ocho envites seguidos sin conocer sin conocer la victoria, los de Marcelino supieron reaccionar a partir de mediados de diciembre para mejorar su rendimmiento liguero, superar su primera eliminatoria copera y plantarse en la final de la Supercopa, un torneo que se le está dando fenomenal en los últimos tiempos.

Su meritoria remontada y el hecho de que llevase prácticamente todo el partido la iniciativa ante el Atlético en semifinales dejan bien a las claras que el cuadro vizcaino disfruta ahora mismo de una gran fase de juego y resultados, algo que intentará hacer valer frente a un Real Madrid que parte como favorito, pero al que ya dejó en la cuneta en la edición pasada.

Un precedente que el Athletic aspira a repetir aprovechándose de ese «inmejorable» momento anímico, como lo ha definido su técnico, y de la brillante aparición en ataque de jóvenes futbolistas, caso de Oihan y Nico Williams, héroe este último con su toque de calidad en el 1-2 para que el equipo vasco repita final.

Esa decisiva actuación del de Errotxapea pone en duda que Marcelino vuelva a repetir el mismo once que eliminó a los colchoneros y no premie al menor de los Williams con una más que merecida titularidad. Además, el apretado calendario de compromisos también le otorgaría opciones para que el preparador asturiano refresque su equipo inicial.

Todo son especulaciones, en cualquier caso, dado que poco hay que reprochar a los futbolistas que saltaron de inicio frente al Atlético, realizando un trabajo de desgaste que dio sus frutos en el último tramo del envite. Y es que la buena noticia es que la semifinal no dejó secuelas físicas entre los disponibles, a los que se ha unido este sábado Unai Núñez, ya recuperado de una contusión en la pierna izquierda.

El Athletic se presenta en la que es su décima final desde 2009, la cuarta en menos de un año, con cinco duelos seguidos sin perder en una Supercopa, habiendo sacado adelante su octava semifinal consecutiva y también su decimotercera eliminatoria seguida en torneos coperos.

«Ambición máxima»

Caso de tumbar a los merengues, cinco futbolistas rojiblancos –Muniain, Iñaki Williams, De Marcos, Balenziaga y Lekue– levantarían su tercera Supercopa. El capitán ha asegurado que nadie les supera «en ambición, ilusión y corazón» y que la escuadra vizcaina llega al choque «con una mentalidad de ambición máxima».

Todo será necesario ante un Real Madrid hambriento de títulos tras su sequía del pasado curso y que tendrá dos sensibles bajas como son Carvajal y Asensio, que fueron titulares ante los culés. Alaba se ha ejercitado con el resto de compañeros y apura sus opciones para llegar al partido.

Su entrenador, Carlo Ancelotti, ya ha avisado de que frente al Athletic no le servirá la misma estrategia de bloque bajo y contragolpe que le sirvió para superar al Barcelona. Rodrygo se sumará a la mortal dupla ofensiva formada por Benzema y Vinicius.

Precisamente el técnico italiano ha protagonizado la anécdota de la jornada al mostrar una fotografía a Marcelino cuando ambos se enfrentaron en 1987, de su época como futbolistas. La imagen recoge un instante del duelo de vuelta de treintaidosavos de la Copa de la UEFA que enfrentó a Inter y Sporting de Gijón, eliminatoria ganada por los transalpinos.

La expectación ante el encuentro es máxima, ya que se han agotado las 30.000 entradas que se pusieron a la venta, localidades que suponen el 50% del aforo del King Fahd International Stadium, máximo permitido por las autoridades sanitarias de Arabia Saudí.

Tras dos días lluviosos, la climatología también acompañará al evento, pues se espera un descenso de las temperaturas con respecto a las semifinales, situándose por debajo de los veinte grados a la hora de la final, un termómetro ideal para la disputa de un partido de fútbol.