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Finlandia cerrará su frontera a los turistas rusos a partir de este viernes

El Gobierno finlandés ha aprobado este jueves el cierre completo de sus fronteras a los turistas rusos, porque puede causar «un grave perjuicio a la posición internacional de Finlandia».

Frontera con Rusia en Vaalimaa, Finlandia.
Frontera con Rusia en Vaalimaa, Finlandia. (Alessandro RAMPAZZO | AFP)

El Gobierno de Finlandia ha confirmado este jueves el cierre de las fronteras a los turistas de Rusia, en plena escalada migratoria y aunque tengan un visado expedido en el espacio Schengen, alegando que su llegada puede causar «un grave perjuicio para la posición internacional de Finlandia».

El ministro de Exteriores, Pekka Haavisto, ha confirmado ante los medios las nuevas medidas, que estarán en vigor «hasta nuevo aviso». Helsinki justifica el cierre atendiendo a una excepción que contempla estos límites en caso de que puedan estar en peligro las relaciones internacionales, según ha informado la cadena YLE a Europa Press.

La medida, anunciada el pasado viernes, entrará en vigor esta medianoche y persigue restringir significativamente el flujo de ciudadanos rusos que entran en el país nórdico, muchos de los cuales continúan viaje hacia otros destinos de la Unión Europea.

Finlandia, con 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, se convierte así en el último país comunitario limítrofe que opta por vetar la entrada a los turistas rusos, después de que hicieran lo mismo las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia hace dos semanas.

No obstante, las autoridades finlandesas han establecido una batería de excepciones, para casos de visitas a familiares, estudios o viajes de trabajo, entre otros. El Gobierno también ha aclarado que no se limitará el tráfico de mercancías.

También podrán viajar con normalidad los diplomáticos rusos, quienes tengan permiso de residencia en Finlandia y los solicitantes de asilo político.

Presión por críticas al Gobierno

Según datos de la Guardia de Fronteras finlandesa, 55.362 rusos han entrado en el país desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la movilización de 300.000 reservistas para luchar en Ucrania el miércoles de la semana pasada.

El Gobierno finlandés había recibido numerosas críticas, tanto dentro del país como de socios europeos, por permitir que el tráfico fronterizo con Rusia continuase con normalidad, a pesar de la agresión militar de Moscú contra Ucrania. La presión llevó al Ejecutivo, liderado por la socialdemócrata Sanna Marin, a buscar un mecanismo legal para bloquear el turismo ruso sin violar el acuerdo del Schengen.

Los servicios de seguridad finlandeses no consideraron que la llegada de turistas rusos suponga realmente una amenaza para la seguridad del país, como alegaron las repúblicas bálticas y Polonia, así que tuvieron que buscar otro argumento legal.

Finalmente han alegado que permitir el turismo ruso en la actual situación, en plena guerra de Ucrania, puede causar un grave perjuicio para las relaciones internacionales del país.

Temor a una frontera cerrada «para siempre»

Hasta ahora, entre 7.000 y 8.000 personas cruzan cada día la frontera terrestre de 1.300 kilómetros, la mayoría por el paso de Vaalimaa, el más meridional.

Temen «que se cierre para siempre y que se acabe, que tengan que vivir en un Estado totalitario donde no podrán hacer nada», ha expresado a AFP Oleg, uno de los exiliados rusos.