Imanol Alguacil: «Una vez más se demuestra que estos partidos nos vienen grandes»

A la Real se le atraganta Europa una vez más. Los de Imanol se marcharon del Estadio Olímpico con un resultado (2-0) muy complicado de cara a la vuelta. La sensación es que al equipo le falta algo para dar ese salto de calidad que le permita competir contra los más grandes del continente.

Imanol Alguacil dando instrucciones a Brais Mendez antes de salir al campo ayer en el partido de octavos de final de la Europa League
Imanol Alguacil dando instrucciones a Brais Mendez antes de salir al campo ayer en el partido de octavos de final de la Europa League (Alberto PIZZOLI | AFP)

«Una vez más se demuestra que estos partidos nos vienen grandes» esas fueron las primeras declaraciones que hizo Imanol Alguacil tras la derrota ante la Roma (2-0). Al de Orio se le vio triste, con gesto serio y enfadado, fruto de la frustración de que el equipo no termina de dar el salto de calidad que si se está viendo en Liga y en Copa, pero no en Europa.

«El partido ha sido más igualado que lo que refleja el resultado pero aquí de lo que se trata es de hacer gol, y de ser contundentes en las dos áreas», añadió Imanol, y es que por mucho que tengas el balón, que juegues bien y generes ocasiones, si no estás acertado de cara a puerta, difícilmente podrás ganar el partido.

La excepcional fase de grupos realizada por el conjunto donostiarra, ganando todos los partidos excepto uno y quedando primeros en la fase de grupos, daban motivos de sobra para soñar y despejar los fantasmas del pasado –en 2021 cayeron goleados 0-4 por el Manchester United y en 2022 perdieron 1-3 ante el Leipzig tras empatar en Alemania (2-2)–. Sin embargo, este jueves volvieron a tropezar, y la sensación fue que al equipo le falta algo para dar ese salto que le permita competir contra los más grandes de Europa.

Y es que ante un rival de entidad como la Roma, la Real no se puede permitir hacer esos «regalos», como destacó el técnico de Orio: «Está claro que hay que jugar la vuelta, pero si vamos a regalar lo que hemos regalado nos pueden caer otros dos. Va a ser complicado, porque algo que hacen bien los equipos de Mou es jugar bien estas eliminatorias. Una Roma que ha sido competitiva, regalando poco y con el 2-0 se lo hemos dejado en bandeja».

Una cosa es la teoría y otra la práctica

Antes del partido la teoría estaba clara: la Roma de José Mourinho es un rival poderoso que sus principales virtudes son las transiciones rápidas en ataque, el balón parado y la solidez defensiva. Ahora bien, de la teoría a la práctica hay un trecho, y ayer se volvió a demostrar. El conjunto txuri-urdin encajo el primer gol en una transición rápida de la Roma tras un balón perdido por Diego Rico, y el segundo vino en un saque de esquina.

Además de conceder los goles, la Real tampoco estuvo acertada de cara a portería, como viene siendo ya habitual en los últimos encuentros de la Liga que no han marcado en seis de los últimos ocho partidos. Después de que en enero se estuviese hablando del segundo mejor inicio liguero de la Real tras la de la temporada del último subcampeonato, los malos resultados han venido en el peor momento de la temporada justo cuando el conjunto txuri-urdin se juega la eliminatoria a nivel continental.

Quieras o no, y aunque se hable de una competición distinta, la mala racha en liga se ha visto reflejado en el partido de Europa, y la Real ha mostrado la misma cara que lleva ofreciendo últimamente en Liga con solo una victoria en los últimos ocho partidos. Allá antes de enero la Real dominaba con superioridad a los rivales, concediendo poco en defensa, apretando arriba al rival, generando infinitas ocasiones de gol y marcándolos con relativa facilidad. Esa sella de identidad se ha visto mermada en el mes de febrero y los síntomas siguen hasta día de hoy.

¿Pero, qué pasa en Europa?

Es una pregunta que no tiene una respuesta única y la llave la puede tener principalmente Imanol, como capitán del barco, y seguidamente los jugadores. Es una competición que no terminan de cuajar, y es que el balance de las eliminatorias en los últimos dos años deja mucho que desear: cero victorias, dos empates y tres derrotas, con once goles en contra y solo tres a favor.

La falta de experiencia en competición europea ya no puede valer más como excusa. Hay que hilar más fino e intentar ya no solo ser más competitivos contra estos rivales  –porque ya ha demostrado esta temporada contra el Manchester United que sabe ganar además de competir–, sino que vencerles, y dar ese salto de calidad que se le esta pidiendo a la plantilla.

La Real ha demostrado que tiene potencial de sobra en Liga –encadenando tres clasificaciones a Europa por primera vez en la historia del club– y en Copa eliminado al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en cuartos de final (2020), dejando en el camino al Atlético de Madrid (2022) o siendo capaces de poner en apuros al Barcelona este año pese a estar con un jugador menos durante 50 minutos.

Por lo tanto, ¿por qué no va a poder hacer lo mismo en Europa? Se trata de pulir los pequeños detalles, esos que se les escaparon en el Estadio Olímpico, y tratar de afrontar la vuelta con la máxima responsabilidad y concentración posible.

Lo mejor –o en algunas ocasiones lo peor– de la competición europea es que si pierdes el primer partido de la eliminatoria tienes una segunda oportunidad para poder darle la vuelta al resultado, y a eso se tiene que agarrar el equipo txuri-urdin. Además, se jugará en Anoeta y eso tiene que servir de aliciente a los jugadores para salir con todo el próximo jueves (21.00).

La tarea no será fácil, más aún teniendo en cuenta que la Real nunca ha remontado dos goles en competición europea y que la Roma de Mourinho es el equipo que menos ocasiones concede del continente. Las estadísticas están para romperlas, las cartas están echadas y la Real tendrá otra oportunidad de oro para poder pasar por tercera vez en su historia a unos cuartos de final de Europa.