Luali Lebser
Aaiun

La RASD señala al Estado español como responsable de sus males

Las palabras del presidente de la RASD, Brahim Galli, apuntando al Estado español como gran culpable del sufrimiento del pueblo saharaui dan fe de un resentimiento que va en aumento y está arraigando en la población refugiada de los campamentos de Tindouf en Argelia.

Celebración del 50 aniversario del comienzo de la lucha armada del Frente Polisario en Tindouf.
Celebración del 50 aniversario del comienzo de la lucha armada del Frente Polisario en Tindouf. ( Luali LEBSER)

No estaríamos aquí si España hubiera hecho lo que debía hace 50 años», denuncia Hamoudi Mojtar (52 años). Es hijo de un mártir de la guerra contra Marruecos. «Mi padre murió en el 77 después de que un avión Jaguar francés tiroteara a su katiba (batallón en árabe) cerca de Tifariti. Me dijeron que cayeron como moscas muchos de su batallón. No me acuerdo mucho de él, murió cuando yo tenía cinco años y debido a la guerra no pasaba mucho tiempo en casa», recuerda.

Hamoudi fue uno de los niños que escapó a la invasión marroquí. Nació en una haima a las afueras de Smara y sigue guardando el DNI español de su padre y madre. «Fueron ciudadanos de segunda y aún seguimos siéndolo para España. Mira lo que pasó con el pobre Babi Mahmud Gargar en Gdeim Izik. ¡Ni investigaron la muerte de un español por tener nombre y apellido saharaui! (hace referencia a la muerte a manos de la policía marroquí del joven Babi al ser atropellado repetidas veces con un coche. Las dramáticas imágenes se difundieron por internet).

El sentimiento antiespañol está creciendo a marchas forzadas en la RASD. El presidente Galli responsabilizó al Estado español de los males pasados y actuales. Desde que el presidente español, Pedro Sánchez, escribiera la carta a Mohamed VI en la que admitía como única vía la autonomía, en los campamentos se extiende la sensación de que han vuelto a ser traicionados. «La única diferencia es que ahora no está Mauritania, que ya fue derrotada por las armas por los soldados del Polisario. Pero la traición es del mismo calado que cuando permitió a Marruecos entrar en nuestra tierra», denuncia Erguibi Bulah.

Este soldado y jefe de batallón de 67 años luchó primero contra los españoles, «los grandes enemigos del pueblo saharaui», y luego contra Mauritania «Parte de la sociedad española está a nuestro favor, pero luego llegan las elecciones y votan a los de siempre y así nuestro sufrimiento se perpetúa. Creo que ya es hora de romper cualquier lazo con España. Los que nos apoyan serán bienvenidos pero no me gusta que haya políticos españoles aquí. ¿Ves alguno ahí arriba? (señala el escenario que acoge a los representantes locales e internacionales). ¡No hay ninguno! Les hablas de la lucha armada y todos te echan en cara que las armas no, que la paz es el camino (hace un gesto burlón). Está guerra la han provocado ellos, ya no confío en ellos, menos si vienen con esa mentalidad colonial a nuestra casa».

Era postcolonial

Mientras Erguibi habla a NAIZ después de que su compañía desfilara en Auser varios soldados del Polisario se arremolinan alrededor. Uno de ellos, Said Mustafa, interviene airado: «Piensan que todavía les pertenecemos. A nivel político nos siguen tratando igual, como seres humanos de segunda. Nos dan limosna en forma de ayudas para la cooperación para que sigamos así y no estorbemos en otros aspectos. Es más barato para España darnos ayuda y que sigamos siendo refugiados que afrontar políticamente sus responsabilidades.

Le tiene miedo a Marruecos. ¡España es cobarde! Siguen teniendo la mentalidad colonialista. En esos momentos la conversación es difícil de seguir dado la cantidad de gente alrededor que grita en contra de España: «Fuera España colonial», «Sahara no es de España».

Entre los jovenes se está generando un sentimiento de rabia. Muchos afirman que no entienden ese doble rasero de acogerlos en casa pero luego seguir votando a los mismos partidos que les mantienen sin futuro. «Mis padres españoles votan a los socialistas», explica Fathma, una joven saharaui que va ataviada con niqab ante el asombro de las mujeres locales. «Les digo que todos los gobiernos socialistas han traicionado al Sahara, que hay que ser valientes y votar a alguien diferente. Pero yo creo que también tienen miedo de perder lo poco que tienen. Al final, nosotros somos los pobres en un juego de grandes. Saharauis o españoles da igual», afirma la joven de 30 años.

En octubre del año pasado, Bachir Mustafa Sayed, quien se presentó en las elecciones para presidente de la RASD ante su amigo Galli en el último congreso, afirmó en NAIZ que «el Partido Socialista es el más permeable al chantaje marroquí». Preguntado ahora por ello se reafirma en esa tesis.

«Sería de más ayuda para los saharauis que no votaran a los partidos de siempre, que votaran a una izquierda de verdad. No me fío del que te da comida con una mano y con la otra te quita el cinturón del pantalón», afirma Erguibi antes de marcharse con su pelotón a almorzar en Auserd.