Sidenor ha trasladado esta pasada semana a Trilantic una oferta para adquirir su participación del 29,9% en Talgo, según han informado a Europa Press fuentes cercanas a la operación.

En octubre se confirmó que Talgo había recibido una manifestación de interés por parte del grupo industrial Sidenor para adquirir todo o una parte del capital social de la compañía. Este sería el primer paso para la materialización de esta intención.

Sidenor está contando en todo el proceso de análisis con Alantra como asesor para evaluar las cuentas y la situación de Talgo de cara a su entrada en la compañía.

Tras este análisis que se está realizando, Trilantic, uno de los accionistas de Talgo, tiene desde la semana pasada una oferta de Sidenor, compañía vasca presidida por José Antonio Jainaga, para adquirir su participación (29,9%).

En la operación también podría participar la compañía polaca Pesa, de acuerdo con fuentes cercanas a la negociación citadas por la agencia Efe. Pesa produce locomotoras, trenes regionales y tranvías, aunque no material de alta velocidad, por lo que sus negocios son complementarios.

Pesa, según las citadas fuentes, sí tiene capacidad industrial para reforzar las posiciones de Talgo, que tiene una cartera de pedidos superior a los 4.000 millones, pero a la que le falta «músculo industrial».

El pasado 24 de septiembre, Talgo y Pesa firmaron un memorando de entendimiento para estudiar la posibilidad de colaborar en el desarrollo de la nueva red ferroviaria de alta y muy alta velocidad de Polonia.

Actualmente, el mayor accionista de Talgo es Pegaso, una sociedad formada por el fondo Trilantic, la familia Abelló y algunos miembros de los Oriol (fundadores de Talgo), con un 40,2% del capital.

Apoyo de Madrid y Lakua

La posibilidad de que Sidenor adquiera una participación relevante del fabricante de trenes Talgo ha recibido el respaldo de los inversores y de los gobiernos de Madrid y Gasteiz.

El pasado 16 de octubre Sidenor anunció su intención de entrar en la compañía, ya sea comprando una parte o, incluso, haciéndose con la totalidad de la firma.

El ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, saludó esta posibilidad y afirmó que la entrada en el capital de Talgo de una empresa industrial solvente y con sede en la CAV puede ser una solución viable a largo plazo y dar estabilidad a su accionariado.

El consejero autonómico de Industria, Mikel Jauregi, por su parte, remarcó que Lakua apoya la intención de Sidenor de entrar en el capital de Talgo si se mantiene su arraigo en Euskal Herria y se impulsa el empleo.

De hecho, el lehendakari, Imanol Pradales, ya dijo hace escasas fechas que si se encontraba un socio industrial podrían acompañarle en la entrada en la firma de ferrocarriles.

Desde el ámbito sindical, CCOO subrayó que cualquier operación sobre Talgo debe llevar asociado un plan industrial que garantice la fabricación y los pedidos actuales del fabricante de trenes.

Por su parte, UGT FICA valoró que la posible entrada del grupo Sidenor en el fabricante ferroviario puede dotar de estabilidad laboral a los trabajadores y promover inversiones a medio y largo plazo, aunque también reclamó un plan de inversiones y de garantías y crecimiento del empleo, de condiciones laborales y de futuro de la compañía.

Rechazo a la opa húngara

La situación difícil de la compañía salió a la luz en agosto, cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez rechazó la opa presentada por el grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) sobre Talgo alegando riesgos «insalvables» para la protección de los intereses estratégicos del Estado español.

En el marco de todo este proceso, en julio Talgo confirmó que había recibido también una propuesta del grupo checo Skoda Transportation que comprendía una combinación de negocios y de integración industrial.

Talgo cuenta con una planta en Rivabellosa, con una plantilla de cerca de 700 trabajadores, sin incluir el personal eventual y el de empresas auxiliares que trabajan para la firma. Sidenor, con sede en Basauri, se dedica a la producción de aceros largos especiales, además de ser proveedor de productos de calibrado en el mercado europeo. Tiene plantas en Euskal Herria, Catalunya y Cantabria.