NAIZ

Unicef alerta de que en Gaza mueren niños «a un ritmo sin precedentes»

Unicef ha alertado de que en Gaza mueren niños «a un ritmo sin precedentes». «Hoy, más de 320.000 niños pequeños están en riesgo de sufrir desnutrición aguda», señaló el director ejecutivo adjunto de la agencia de la ONU, Ted Chaiban, tras su reciente viaje a Gaza.

Menores desesperados en busca de alimentos en Gaza.
Menores desesperados en busca de alimentos en Gaza. (Omar ASHTAWY | EP)

El director ejecutivo adjunto de Unicef, Ted Chaiban, denunció este viernes que en Gaza los niños y niñas «están muriendo a un ritmo sin precedentes». Y advirtió de que, a consecuencia de la escasez de agua y las altas temperaturas, existe un «riesgo inminente» de brotes de enfermedades «en todas partes».

«Estamos en una encrucijada, las decisiones que se tomen ahora determinarán si decenas de miles de niños vivirán o morirán. Sabemos lo que hay que hacer y lo que se puede hacer. Naciones Unidas y las ONGs que conforman la comunidad humanitaria pueden hacer frente a esto», avisó Chaiban en un discurso ante los medios de comunicación  tras visitar la Franja de Gaza, Cisjordania e Israel.

Señaló que a lo largo de su viaje, el cuarto desde que comenzó la invasión israelí en octubre de 2023, ha podido ver «las marcas del sufrimiento profundo y el hambre en los rostros de las familias y los niños», y ha constatado in situ la hambruna a la que se enfrenta la población gazatí a consecuencia del bloqueo impuesto por Israel.

«Ahora tenemos dos indicadores que han superado el umbral de hambruna», explicó, alertando de que una de cada tres personas en Gaza pasa varios días sin comer. «Y el indicador de desnutrición ha superado el umbral, con una desnutrición aguda global que supera el 16,5% en la ciudad de Gaza», manifestó Chaiban. «Hoy, más de 320.000 niños pequeños están en riesgo de sufrir desnutrición aguda», indicó en su comparecencia.

Además, en su visita a Gaza ha conocido a las familias de diez niños muertos en un ataque aéreo israelí mientras hacían cola con sus familias en una clínica nutricional en Deir el-Balah. Un ataque en el que resultaron heridos otros 19 menores. «Los niños que conocí no son víctimas de un desastre natural, los están haciendo estar hambrientos, y están siendo bombardeados y desplazados», insistió. 

«Esto ha durado demasiado»

Chaiban reivindicó la labor humanitaria de Unicef en Gaza y recordó que desde la agencia de la ONU se están suministrando 2,4 millones de litros de agua potable al día en el norte de la franja; se ha reconstruido la cadena de frío para las vacunas; se está brindando atención psicosocial a niños y niñas; se están manteniendo con vida a recién nacidos; y se está distribuyendo leche de fórmula a los bebés más vulnerables.

«Hay mucho más por hacer, nosotros pedimos que entre más ayuda humanitaria y tráfico comercial para estabilizar la situación y reducir la desesperación de la población», apuntó, y remarcó que «los niños no deberían morir mientras hacen fila en un centro nutricional o recogen agua, y las personas no deberían estar tan desesperadas como para asaltar un convoy».

Por último, aclaró que las denominadas «pausas humanitarias» declaradas por Israel «no son un alto al fuego». El responsable de Unicef espera que «las partes puedan acordar un alto al fuego y la liberación de todos los rehenes». «Esto ya ha durado demasiado», lamentó. 

Lanzamiento de ayuda

La contundencia con la que se expresó Chaiban contrasta con la tibia respuesta internacional, que parece limitarse al lanzamiento aéreo de ayuda sobre la franja. Ayer Alemania descargó 22 palés de alimentos y suministros médicos con un peso total de 9,6 toneladas.

Organizaciones internacionales como la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) han criticado estos lanzamientos aéreos, tildándolos de «caros, ineficaces e insuficientes». Sin embargo cada vez son más los Estados que se suman a este siniestro puente aéreo.

Países Bajos anunció ayer que también participará en los lanzamientos de ayuda humanitaria para paliar la «catástrofe». El ministro de Exteriores, Caspar Veldkamp, reconoció que la gente «necesita urgentemente ayuda humanitaria, especialmente la que puede ser entregada por tierra»; pero dijo, sin citar el bloqueo de Israel, que «estas rutas se han visto limitadas».

De hecho, situó la responsabilidad de lo ocurrido en el lado palestino, al señalar que «es extremadamente importante que esta guerra termine lo antes posible, que todos los rehenes sean liberados y que Hamas no cuente con un futuro papel en Gaza». 

60.430 muertos

Mientras tanto Israel sigue matando a decenas de personas en Gaza, por acción armada u omisión de ayuda. El viernes los hospitales de la franja contabilizaron 98 fallecidos, lo que eleva a 60.430 el número de palestinos muertos desde octubre de 2023. Asimismo, el Ministerio de Sanidad gazatí dio cuenta de 1.079 heridos, elevando el total a 148.722.

Cabe señalar que siete de los fallecidos, entre ellos un niño, murieron de desnutrición. Con ellos son 169 las personas que han muerto por hambre. Y a los recurrentes bombardeos de Israel contra la Franja, se han sumado los tiroteos diarios de las tropas israelíes contra las colas en los puntos de reparto de alimentos o en las carreteras por los que pasan los escasos camiones con ayuda humanitaria. Estos ataques contra las «colas del hambre» se han cobrado la vida de 1.422 personas.

 

La estrategia de Estados Unidos: «Todo o nada»

 

El enviado de Trump para Oriente Próximo, Steve Witkoff, afirmó ayer en un encuentro con las familias de los rehenes israelíes en manos de las milicias palestinas que las negociaciones con Hamas están detenidas y que ahora mismo la Casa Blanca contempla una estrategia maximalista de «todo o nada» para intentar su liberación. Además, aseveró que Hamas «está preparado para desmilitarizarse».

El movimiento islamista negó esta idea, y aseguró que no se desarmará hasta que se establezca un Estado palestino con Jerusalén como capital. «Reiteramos que la resistencia y sus armas son un derecho nacional y legal mientras persista la ocupación», aseguró en un comunicado.

Hamas también acusó  al Gobierno de Estados Unidos de ser un «socio total en el crimen de hambruna y genocidio», y censuraron la visita de Witkoff  a un punto de reparto de comida de la estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés). «No es más que un espectáculo premeditado diseñado a engañar a la opinión pública, pulir la imagen de la ocupación y otorgar un encubrimiento político a la campaña de hambruna y el sistemático asesinato de niños y civiles indefensos», apuntó.