
La dirección de Astilleros Balenciaga, en Zumaia, ha anunciado a su plantilla que tendrá que acogerse a un concurso de acreedores, al no llegar a buen puerto el plan de financiación avalado el pasado octubre por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia.
La empresa, fundada en 1921 en la desembocadura del río Urola, se encontraba en una situación de «insolvencia inminente», pero había planteado una serie de medidas como la reestructuración de la deuda existente, la reducción de costes, la construcción de dos nuevos barcos –el inicio de los trabajos dependía de que se aprobara el plan– y el logro de nuevas contrataciones, a fin de continuar su actividad.
El auto consideraba que esta hoja de ruta ofrecía una «perspectiva razonable» de asegurar la viabilidad de la compañía en el corto y medio plazo, «evitando así el concurso».
Sin embargo, la negativa de Cofides, uno de los principales acreedores, a aceptar este plan hace imposible seguir adelante. Cofides (Compañía Española de Financiación al Desarrollo) es «una sociedad público-privada especializada en la gestión de fondos estatales» y adscrita al Ministerio español de Economía.
En su día otorgó al astillero vasco un préstamo en el marco del Fondo de Recapitalización de Empresas afectadas por el Covid (Fonrec). Su decisión de no reestructurar esta deuda aboca al cierre de una empresa que cuenta con una plantilla de 71 personas, y se calcula que también afecta en mayor o menor grado a unos 600 empleos indirectos.
«Nadie lo entiende»
Fuentes de la dirección de Balenciaga han declarado a la agencia Efe que «nadie entiende» la decisión de Cofides ni tampoco se explica «cómo a una empresa con trabajo» se la pueda «sentenciar así, con dinero público», después de que el Juzgado de lo Mercantil hubiera homologado el plan de reestructuración de la deuda.
Según estas mismas fuentes, el plan asumía que vendiendo los dos barcos que tiene contratados la empresa «sale adelante». De hecho, los proveedores con los que el astillero tiene deudas «han preferido ceder» porque consideraban que «luego con el trabajo que haga en el futuro se recuperarían».
En nombre del comité de empresa, el responsable comarcal de Industria de Comisiones Obreras en Gipuzkoa, Iñaki Temprano, ha denunciado en declaraciones a Efe que «son las instituciones públicas, con el Ministerio de Economía del que depende Cofides a la cabeza, las que están torpedeando la salvación de Astilleros Balenciaga».
«Creemos que ha llegado el momento de movilizarnos contra de esta situación. Los trabajadores están sorprendidos de que habiendo carga de trabajo, con dos barcos contratados y otros dos más en proyecto, nadie esté intentando ayudar a que una empresa viable que da trabajo a tantísima gente continúe con su funcionamiento», ha añadido Temprano.
El responsable comarcal de Industria de LAB, Xabier Otamendi, ha puntualizado que «el responsable máximo» de esta situación es la empresa, «por la mala gestión de los últimos años y las malas decisiones que se han tomado».

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