«La familia del terrorista convierte su funeral en una manifestación de apoyo al terrorismo e incitación al asesinato y no debemos tolerarlo», ha aducido el ministro de Seguridad Interna israelí, Guilad Erdan, en un comunicado difundido este miércoles.
«Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que el terrorista no reciba honores y ceremonias después de haber cometido un atentado», ha comentado.
Según la decisión, aprobada anoche por el gabinete de seguridad del Gobierno de Benjamín Netanyahu junto con otro paquete de medidas para hacer frente a la actual ola de ataques y enfrentamientos, los atacantes palestinos serán enterrados en Israel por las autoridades.
Para ello, se estudia la reutilización de viejos cementerios militares que hay desde hace años para casos similares.