El Estado Islámico ha asumido la autoría del ataque cometido en una discoteca de Estambul en un comunicado y lo ha enmarcado dentro de su lucha «contra los protectores de la cruz. Un heroico soldado del califato atacó una de las discotecas más famosas, donde los cristianos celebraban su fiesta apóstata», indica la nota.
«Que el Gobierno apóstata de Turquía sepa que la sangre de los musulmanes que se está derramando por los bombardeos de sus aviones va a convertirse en fuego en su propia casa», añade el texto.
El responsable del ataque se dio a la fuga y las autoridades turcas aún no han logrado determinar su identidad. El comunicado no revela detalle alguno sobre esta persona.
El ministro turco de Interior, Suleyman Soylu, anunció la puesta en marcha de una operación masiva con la esperanza de lograr «pronto» su captura. Hasta ahora la Policía turca ha detenido a ocho personas a las que considera sospechosas.
El ataque tuvo lugar hacia la 1.30 hora local de (23.30 en Euskal Herria) en la exclusiva discoteca situada en la orilla europea del río Bósforo, donde varios cientos de personas festejaban la llegada del Año Nuevo.