Fede de los Ríos
JO PUNTUA

El Capitán Trueno

El miércoles murió Víctor Mora, creador del Capitán Trueno, el héroe que ayudara a despertar la conciencia adormecida y sumisa de una niñez sometida al tormento de la educación nacional-católica. Había vida más allá de la plúmbea Historia Sagrada y las delirantes Vidas Ejemplares impuestas como lectura edificante; existían dos hombres, una mujer y un joven que, lejos de mortificar el cuerpo para la salvación del alma, consagraban sus vidas a combatir las injusticias de los poderosos y a derrocar tiranos utilizando la fuerza de la razón contra toda superstición que oculte la realidad de las cosas. En cualquier parte del mundo se podía luchar contra la iniquidad humana codo con codo con los oprimidos.

Cada semana acudíamos al kiosco deseando viajar a remotos y exóticos países en los que el Capitán y sus compañeros, en una nueva aventura, colaboraban en la mejora de las condiciones de vida de los lugareños. Al tiempo que, semana tras semana, su creador sorteaba como podía las trabas de los oficiaban de censores funcionarios del Régimen franquista armados con sus terribles lápices rojos.

El comportamiento de Trueno, Sigrid, Goliath y Crispín nos habló del valor de la palabra dada, de la amistad, de la empatía con los más débiles, de que muchos unidos pueden a unos pocos, de que la risa es imprescindible para combatir al tirano, en fin, de que luchar por la justicia es la manera humana de ser feliz. Un TBO en pleno franquismo colaba, de rondón y ahí su grandeza, una moral antifascista.

Antifascista desde niño, vio morir a su padre tras pasar por un campo de concentración para republicanos en la Francia de las libertades; comunista convencido gracias a Armonía, su compañera de vida.

El viernes tuvo su ceremonia de despedida el comunista catalán cuya práctica hizo felices a tantos con los acordes de La Internacional. Sus propuestas siguen con nosotros.

Lo cantaba Asfalto:

«Ven Capitán Trueno,

haz que gane el bueno,

que el mundo está... al revés»