Mikel Otero y Dani Maeztu
Parlamentario de EH Bildu y abogado medioambientalista
KOLABORAZIOA

Güeñes-Itsaso, alta tensión y gran negocio

Cuando tienes una empresa que principalmente se dedica a construir y gestionar redes de alta tensión es bastante lógico que tu interés sea seguir construyendo líneas de alta tensión. Si encima, siendo una empresa privada lo haces en régimen de monopolio, además de lógico, el negocio es redondo. El problema, a priori, es que la planificación de las líneas de transporte eléctrico se hace desde el Gobierno. Por ello si el presidente de tu empresa es un ex alto cargo del partido que gobierna (en la actualidad el presidente de Red Eléctrica Española (REE) es Jose Folgado, exalcalde de la localidad de Tres Cantos por el PP y antiguo alto cargo en el Gobierno de ese partido), eso que a priori era un problema se convierte en ventaja. Por cierto, el anterior presidente de REE era Luis Atienza exministro de Agricultura del Gobierno de Felipe González. Por si a alguien le quedaba alguna duda.

Por lo tanto, lo único que hay que hacer es que, ese negocio privado, que engrasa perfectamente las bisagras de las puertas giratorias de las cloacas del Estado, parezca que responde al interés público. De esta manera si en el año 2007 querían hacer una nueva línea de alta tensión entre Güeñes (Bizkaia) e Itsaso (Gipuzkoa), justificaban su necesidad en base a un supuesto incremento de la demanda y la necesidad «de evacuar la nueva generación de régimen ordinario de ciclo combinado». Pero claro, resulta que la realidad les fastidió el negocio y la demanda cayó en el Estado de 261.000 GWh en 2007 a 245.000 en 2013. Y en la CAPV, que es por donde va a transitar la nueva línea, de 20.614 en 2007 a 16.542 en 2015. De esta manera los ciclos combinados de la CAPV (Zierbana, Santurtzi y Boroa) están funcionando a un 14,5% de su capacidad según los datos del Ente Vasco de la Energía. Aquí también la burbuja de los ciclos combinados de gas nos ha reventado en la cara.

Está claro que basándose en los datos y en la realidad se debería desistir de llevar a cabo esta línea de alta tensión. No está justificada. Los impactos ambientales que va a provocar no se pueden entender sacrificables en base al interés público. Pero claro, algunos piensan que no se ha montado un monopolio del transporte eléctrico con sus puertas giratorias incluidas, para desistir porque la realidad les fastidie un negocio.

Por eso, les toca cambiar de argumento para llevar a cabo una línea diseñada al principio de este siglo y justificada social y ambientalmente en aquella época. El argumento ofrecido es el siguiente: «aumentar los intercambios de energía con Francia por el País Vasco», ya que según dicen en la propaganda oficial, que también ha hecho suya el Gobierno Vasco, esos intercambios son necesarios para las energías renovables y bajar el precio de la luz. Ahora bien, el verdadero argumento nos lo resumió el delegado regional (no somos más que otra región dentro de su negocio) de REE en el País Vasco, Antonio G. Urquijo, en una reciente entrevista en la Cadena SER: «la necesidad de esta línea es básica sobre todo para los negocios con Europa en cuestiones eléctricas». ¡Más madera!

En definitiva, si tienen las térmicas de gas por las que apostaron a principios de este siglo como la gran revolución energética para España, funcionando residualmente, lo que quieren hacer ahora es sacar (y cobrar) los megavatios de esas centrales a Francia. Por lo tanto, que nos quieran vender esa nueva línea de alta tensión como la «autopista eléctrica» necesaria para las renovables y para bajar el precio de la luz, precisamente quienes no apuestan por las renovables y nos suben el precio de la luz en interés de las grandes eléctricas, tiene bemoles.

Basta recordar que este invierno, mientras miles de personas se ponían mantas por no poder permitirse el precio de la calefacción, las grandes eléctricas ponían en funcionamiento sus ciclos combinados para exportar a una Francia que tenía en parada técnica sus centrales nucleares, eso hizo que la factura de la luz en España se disparara vergonzosamente, porque en España el precio de la luz lo fija la tecnología más cara que entre en funcionamiento para abastecer la demanda existente, y el gas es el combustible más caro hoy en día.

Por lo tanto, a más ciclos combinados de gas funcionando durante más horas, mayor precio de nuestra factura de la luz. Es decir Güeñes-Itsaso, además de una línea de alta tensión, es un negocio redondo para las grandes eléctricas, que pagaremos entre todos, directamente de nuestras facturas de la luz, e indirectamente con una factura medioambiental irreversible.