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Tibia condena de Estrasburgo a Turquía por el trato a Oçalan

El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado a Turquía por el «trato inhumano» al que ha sometido al líder kurdo Abdulah Oçalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali, por no permitir la revisión de su condena a perpetuidad. Sin embargo, pasa por encima de otras condiciones impuestas por la legislación «antiterrorista» turca.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a Turquía por la pena de reclusión a perpetuidad sin posibilidad de revisión para el líder kurdo Abdulah Oçalan, en aislamiento «inhumano» en la isla-prisión de Imrali. Turquía adelantó que apelará esta sentencia, que obliga a un indemnización de 25.000 euros, y que no tiene intención de cambiar ni su legislación ni de volver a juzgar al líder del PKK. Desde su detención en 1999 hasta 2009 Abdulah Oçalan ha sido el único prisionero en la isla. En noviembre de 2009 fueron recluidos otros cinco presos.

Elementos como la ausencia de medios de comunicación que permitan evitar el aislamiento o la persistencia de importantes dificultades de acceso al establecimiento penitenciario constituyen, para el Tribunal, un trato inhumano, aunque solo hasta 2009. Sus contactos están limitados al personal de la prisión, y al «mínimo estricto exigido para el trabajo». El Tribunal critica la ausencia de un mecanismo que permita revisar la condena a perpetuidad.

Pero se muestra comprensivo con otras condiciones del encarcelamiento de Oçalan. Así, entiende que «las autoridades pueden imponer a los detenidos por actividades terroristas restricciones legítimas en la medida en que son estrictamente necesarias para proteger a la sociedad contra la violencia». Y añade que las condiciones de Oçalan «han mejorado» desde que hay otros presos en la cárcel y cuenta con un televisor.

Acepta la lógica «antiterrorista»

La Iniciativa Internacional Libertad para Oçalan lamentó que los jueces justificaran la escucha de las conversaciones con sus abogados o las restricciones a las visitas como «legítimas medidas de seguridad». A su juicio, la decisión del Tribunal de Estrasburgo «legitima las indignantes condiciones de aislamiento de la isla de Imrali».

«Justificando la completa anulación de la confidencialidad entre abogado y cliente e incluso la prohibición de visitas de abogados, el Tribunal acepta la lógica de la legislación antiterrorista turca. Este es un mal día para los derechos humanos en Europa. El juicio sobre la condena a perpetuidad era esperado y no es específico de Ocalan», señala la Iniciativa, que recuerda que Ankara ahora tiene que introducir una nueva legislación que dé a cada preso la posibilidad de revisión.