Raimundo Fitero
DE REOJO

Retardados

Los efectos son colaterales e inminentes o retardados, pero cualquier acontecimiento, por puntual e insignificante que parezca a simple vista, acaba teniendo repercusión. Más si estamos en campaña electoral. Sobre todo, si estamos ante uno de esos momentos en los que la realidad es variable, porque hemos pasado de un accidente a un “homicidio involuntario” de nada menos que ciento cuarenta y nueve personas.

Hasta el momento existe un extraña prudencia, y de repente emerge una figura, el fiscal de Marsella, Brice Robin, que nos enseña que los aparatos del Estado, sus más altos funcionarios pueden ser profesionales, tener humanidad para explicar los sucesos trágicos a los familiares de las víctimas y trabajan con transparencia. Novedades en nuestro entorno político, judicial y mediático. Una grandísima lección. No, no piensen ni por asomo qué sucedería si todo lo de los Alpes estuviera en manos de la gentuza de la banda y sus adjuntos y asesores.

Un efecto retardado es el cese del conductor de “Las mañanas de Cuatro”, Jesús Cintora, que se ha destacado por tener enganchadas constantes y sonadas con los miembros más lenguaraces y desprovistos de rigor y vergüenza de la brigada intoxicadora del PP. Puede que sea la cabeza que Mediaset ha debido cortar para contentar a los que están muy alterados por los resultados en Andalucía y quieren controlar todo para que su derrota sea menor en las próximas contiendas electorales y consideran que este programa de Cuatro era demasiado tendencioso. O sea, es tendencioso, radical, extremista todo lo que no sea alabar al capitalismo y al nacional-catolicismo. Estemos atentos porque Cintora tiene un año de contrato y puede aparecer en Telecinco en la noche de los sábados para levantar algo ese atascado “Un tiempo nuevo”.