Beñat ZALDUA
BARCELONA

CDC y ERC acuerdan una hoja de ruta independentista de 18 meses tras el 27S

No será fácil recuperar la confianza pérdida, pero ayer Convergència y ERC dieron un primer paso al acordar una hoja de ruta explícitamente independentista que prevé proclamar la independencia 18 meses después de las elecciones plebiscitarias del 27 de setiembre.

Lejos de los focos, la pompa y la solemnidad que hasta hace poco adornaban cada paso del proceso soberanista catalán, CDC y ERC dieron ayer un importante paso de cara al restablecimiento de una mínima confianza y unidad de acción de cara a las elecciones del próximo 27 de setiembre, a las que ambos acor- daron ayer otorgar un «carácter plebiscitario», para que sirvan como «mecanismo para conocer la voluntad del pueblo catalán sobre su futuro político, sustituyendo el referéndum que se impidió realizar».

Así consta en el preacuerdo firmado ayer con la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), que esperan que tanto la CUP como MES-Moviment d’Esquerres (exsocialistas críticos) se sumen a un preacuerdo que adquirirá naturaleza de acuerdo firme el día que el president, Artur Mas, convoque oficialmente los comicios del 27S. EUiA, que firmó el principio de acuerdo previo al texto presentado ayer, declinó sumarse al nuevo paso, acusando a convergentes y republicanos de «electoralistas».

EUiA se borra por lo tanto de un acuerdo que concreta bastante más la hoja de ruta, pese a que todavía deja lagunas de ambigüedad. En primer lugar, ambos partidos acuerdan «dejar claro, como punto primero y destacado (de sus programas electorales), que votarlos supone un pronunciamiento favorable a la independencia de Catalunya». En caso de victoria inde- pendentista, el proceso para formar el nuevo Estado se prolongará durante 18 meses y arrancará con una declaración inicial y con la elaboración de un proyecto de texto constitucional a través de un «proceso constituyente abierto».

Paralelamente, se pondrán en funcionamiento «las estructuras necesarias del nuevo estado» y se realizarán «los actos de soberanía necesarios para construir el nuevo país», al tiempo que se negociará con el Estado español y las instancias internacionales. El colofón al proceso será «un referéndum vinculante sobre el texto constitucional» como paso previo a la proclamación de la independencia».