La singladura del espacio de ETB-1 “Debatea” ha resultado un tanto peculiar ya que su accidentado periplo fue amplificado por el eco mediático impulsado por diversas organizaciones políticas que han focalizado sus críticas sobre la figura de uno de los participantes de este espacio, el ex-parlamentario abertzale y expreso político Mikel Zubimendi. Tildamos de singular el periplo porque las airadas críticas que ha recibido a nivel político contrastan sobremanera con los excelentes índices de audiencia, que convirtieron a este programa dirigido por Xabier Usabiaga en uno de los referentes del primer canal del ente público.

El pasado mes de enero, la dirección de EiTB optó por retirar este programa tras el revuelo que generaron las denuncias del PP y, lejos de amainar, el temporal animó las ya de por sí revueltas aguas del grupo dirigido por Maite Iturbe en el transcurso de la Comisión de Control que tuvo lugar el pasado lunes, y que incluyó entre sus puntos las quejas formales esgrimidas por EH Bildu en relación al affaire “Debatea”. Concretamente, el portavoz de la formación abertzale Unai Urruzuno reveló que una semana antes de suprimir ese programa hubo una reunión para potenciarlo.

A juicio de Urruzuno, «fue una decisión política, consecuencia de la campaña del unionismo contra Mikel Zubimendi». Urruzuno también quiso subrayar que «Zubimendi fue víctima de una caza de brujas» en las fechas en que se decidió eliminar “Debatea”. Por su parte, el responsable de ETB, Edu Barinaga, tuvo que responder a una cuestión: ¿Por qué antes del anuncio de la supresión de “Debatea” señaló en el consejo de administración del ente que este espacio era una de las apuestas de la nueva parrilla? En su turno de respuesta, Barinaga se limitó a señalar que optó por no informar de esta supresión para evitar «filtraciones» a los medios de comunicación.