Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «El capital humano»

La cada vez más accidentada crisis económica y moral

El modesto artesano se enfrentó al autor consagrado, y fue capaz de mantener el tipo. Ocurrió en los premios David Di Donatello del cine italiano, donde “Il capitale umano” de Paolo Virzì le hizo sombra a nada menos que “La grande bellezza” de Paolo Sorrentino, obteniendo siete estatuillas, incluida la de Mejor Película. Una competencia que redunda en beneficio de la cinematografía transalpina, dentro de la cual Virzì ha encontrado definitivamente su sitio como adaptador de gran nivel.

Aprovecha su faceta de destacable guionista para llevar a su terreno una novela del estadounidense Stephen Amidon, a partir de un radical cambio de escenario. Tanto es así que “Il capitale umano” acaba siendo una dura radiografía de la Italia más desarrollada, y aunque Virzì evitó rodar en Milán o Turín, las autoridades de Lombardía y la Liga Norte se han sentido atacadas.

El extraordinario libreto se corresponde con una realización perfecta, por mucho que no resulte novedosa. Virzì se ha encomendado al maestro Kurosawa y al modelo narrativo de distintos puntos de vista simultáneos que inauguró en 1950 con “Rashomon”. La compleja estructura presenta cuatro capítulos, tres de ellos correspondientes a cada uno de los personajes principales, y un cuarto que titula la película a modo de epílogo.

Con tan sólida base la intriga se desarrolla en clave de thriller burgués a lo Chabrol, si bien el accidente mortal alrededor del cual gira el caso reconstruido recuerda a aquella anécdota del franquismo en la que se inspiró Bardem para su clásico de 1955 “Muerte de un ciclista”.

Virzì no deja títere con cabeza, insinuando que nadie se salva de esta crisis económica y moral. Lo que cuestiona ya desde el mismo enunciado es la terminología legal y lo que hay detrás de ella, porque no se explica cómo se puede evaluar el coste de una vida y su indemnización.