La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural desbordaron ayer el Palau Sant Jordi de Barcelona. 16.000 personas convirtieron en un éxito el acto «Tornen les urnes, tornem al carrer», con el que las entidades soberanistas dieron inicio a un nuevo ciclo de movilizaciones que culminará con las elecciones plebiscitarias del 27 de setiembre y que tiene en las municipales del próximo 24 de mayo una primera vuelta en la que el soberanismo aspira a ganar la mayoría de ayuntamientos a favor de la causa independentista. Así lo reivindicaron ayer los asistentes al Sant Jordi con un mosaico gigante en el que se pudo leer: «Fem la independència des dels Ajuntaments». Un escenario con los nombres de los 947 municipios catalanes reforzaba la importancia otorgada a la cita con las urnas del próximo mes.

La de ayer también fue una cita especial para Carme Forcadell, que pronunció su último discurso como presidenta de la Assemblea. Y se le notó. En un discurso cargado de energía, Forcadell aseguró que están «preparados para desobedecer las leyes injustas españolas». «Ya hemos desconectado, ningún Estado ni Gobierno podrá evitar que votemos el 27 de setiembre», añadió. Forcadell también se refirió a las municipales como la cita para demostrar que «cuando votamos, los catalanes votamos mayoritariamente independencia». «El 24 de mayo iniciaremos el Estado catalán», concluyó.

Llamada a la unidad

Antes de Forcadell, y como colofón a un acto lleno de discursos, música y diversas actuaciones, tomó la palabra la presidenta de Òmnium, Muriel Casals, quien señaló que «un pueblo libre se construye desde la base, es decir, desde los ayuntamientos» y agradeció a los candidatos «hacer frente al desprestigio de la política y tomar compromisos».

Casals también hizo un efusivo llamado a recuperar la fórmula que «nos a traído hasta aquí» y que no es sino la combinación de «unidad, urnas e independencia. «Ahora las necesitamos en grado superlativo», añadió. Se refirió así a los tiras y aflojas de los últimos días entre CDC y ERC. Unas tiranteces a las que ayer los partidos quisieron poner punto final con una foto conjunta de Josep Rull (CDC), Oriol Junqueras (ERC) y David Fernández (CUP).

Mas, pugna electoral y dudas sobre la convocatoria del 27S

El pasado miércoles, el president, Artur Mas, descolocó a buena parte del independentismo catalán al poner en duda la convocatoria de elecciones del próximo 27 de setiembre. Se quejó de la supuesta deslealtad de ERC y condicionó los comicios plebiscitarios al apoyo parlamentario de los republicanos. Sin entrar al trapo, el líder de Esquerra, Oriol Junqueras se limitó a reafirmar su apoyo a la construcción de un país más «justo y limpio». Pero la pregunta quedó en el aire: ¿por qué Mas siembra ahora dudas sobre una convocatoria electoral que tanto costó acordar?

Dado que nadie es capaz de imaginar que Mas pueda sobrevivir sin convocar dichas elecciones, las explicaciones han ido por otros derroteros y apuntan a la pugna electoral. Mas abandonaría así su papel de árbitro y entraría de lleno en la lucha partidista, acusando a ERC de deslealtad. Un juego peligroso al que la falta de una lista unitaria ha abocado a los partidos catalanes. Las declaraciones posteriores apuntan a esta clave electoral, ya que los portavoces convergentes (y el propio Mas) han insistido en las quejas hacia ERC al tiempo que matizaban lo dicho sobre el 27S. «Claro que habrá elecciones», aseguró tajante ayer Mas.

También lo señaló el jueves en una reunión con corresponsales extranjeros, ante los cuales admitió que solo un hecho podría hacer replantear la convocatoria del 27S: que Rajoy se anticipe y convoque antes elecciones al Parlamento español.B.Z.