Iraia OIARZABAL
DONOSTIA
PROPUESTA SOBRE LAS CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO

EH Bildu plantea una Comisión de Desarme y anticipar excarcelaciones

EH Bildu había respaldado iniciativas como las del Foro Social, pero fija ahora por vez primera una hoja de ruta propia y concreta para solventar las consecuencias del conflicto. Es una «vía vasca» con capacidad de sumar acuerdos y condicionar a Madrid. Destaca especialmente la propuesta de un plan de «excarcelación condicional anticipada».

Una nutrida representación de EH Bildu se congregó ayer en el Parque de la Ciencia y la Tecnología con una importante aportación entre las manos: la “Vía vasca para la paz”. Con ello, tres meses después de la presentación en Ficoba de ‘‘Euskal Bidea’’, la vía vasca hacia la independencia, la coalición soberanista ha dado otro paso concretando ahora su posición sobre las consecuencias del conflicto.

Transcurridos tres años y medio desde la Conferencia de Aiete, y en vista de la cerrazón del Gobierno español, instalado según expresó el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, «en la mayor de las irracionalidades», EH Bildu especifica su planteamiento respecto al camino a seguir a la hora de abordar las consecuencias del conflicto político y llevar hasta el final el proceso que comenzó en la Casa de la Paz.

La presentada en el acto de ayer es una propuesta integral abierta a la ciudadanía, a los partidos políticos y a las instituciones lanzada con la determinación de poder llevarla a cabo a través de la búsqueda de consensos. En ella, la coalición detalla, en lo que denomina cuatro carriles de un mismo camino, cuál es su programa exacto en torno a víctimas, presos, desarme y desmilitarización.

«Hoy hacemos, con la mayor humildad, una oferta política que en su sencillez contiene un objetivo gigantesco», remarcó Arraiz con tono solemne.

Traerlos a Euskal Herria

En el documento, cuyo contenido desgranaron Pello Urizar y Asun Fernandez de Garaialde, destacan aportaciones como la concreción de la apuesta por «un proceso de reintegración de las y los presos vascos por medio de cauces legales y con una aplicación individualizada, para lo cual será necesario poner en marcha un plan de ‘excarcelación condicional anticipada’».

Esta propuesta entronca con las recomendaciones hechas al respecto por el Foro Social y también con la iniciativa desplegada por el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK). EH Bildu propone que este programa requiera a las personas presas «mostrar su compromiso con el nuevo escenario abierto en Euskal Herria y renunciar a las vías violentas. Asimismo, deberá haber por su parte un reconocimiento del daño causado como consecuencia de su actuación», añade.

El planteamiento en este carril, no obstante, no solo apela a las personas presas sino que compromete también a instituciones vascas y estatales, dado que se apuesta por la asunción de las competencias penitenciarias, el traslado de los presos a Zaballa e Iruñea o la eliminación de las medidas de excepción carcelaria.

En esta línea, el presidente de Sortu reconoció que la coalición «no propone ese proceso de excarcelación como le gustaría que sucediese, sino como cree que es factible hacerlo en las actuales condiciones». Y añadió: «es un camino posible para traer los presos y presas vascas, primero, a Euskal Herria y, después, a casa».

También aborda el proceso de retorno de las personas huidas, para lo que plantea dos procedimientos. Por un lado, propone un proceso de regularización para quienes no tengan causas pendientes, y por otro, aboga por elaborar una legislación específica que regule la materia para quienes tengan causas pendientes.

Participación en el desarme

En el terreno del desarme, plantea una «secuencia» con estos pasos: «culminar a la mayor brevedad posible el proceso de sellado y verificado de los arsenales de ETA», «crear una Comisión Independiente de Desarme junto con la participación de organizadores facilitadoras internacionales», darle cobertura con «la participación constructiva de los gobiernos de la CAV y Nafarroa y los partidos políticos y agentes sociales de toda Euskal Herria» y lanzar desde ahí «un proceso controlado, ordenado y consensuado que culmine con la destrucción de los arsenales de ETA».

La coalición insiste igualmente en que es necesario que «la variable de las armas desaparezca definitivamente de la ecuación del conflicto vasco», y a ese respecto considera necesaria la retirada escalonada de las FSE. Articula su propuesta en varios pasos, planteando por ejemplo que los criterios de «repliegue escalonado» se aprueben en los parlamentos de Iruñea y Gasteiz y se acuerden luego con el Gobierno español.

El proceso no acabaría con ello, porque se ve necesario también que «las fuerzas de policía vasca» garanticen los derechos humanos y superen «las malas prácticas del pasado».

Comisión de la Verdad

En lo que atañe a las víctimas y la memoria, ámbito al que Arraiz entró con el recuerdo del bombardeo de Gernika, del cual se cumplían 78 años justamente ayer, EH Bildu pone como punto de partida que todas las víctimas tienen los mismos derechos, por lo que aboga por elaborar una base de datos con todas las vulneraciones producidas. Pero también apuesta por una Comisión de la Verdad que comparta sufrimientos y cierre heridas mutuas. «Nos parece fundamental para que lo ocurrido no vuelva a repetirse en el futuro», indica.

En este camino, en el documento se propone que tanto los partidos como los ámbitos de gobierno impulsen reflexiones prácticas y «ejercicios críticos encaminados a reconocer todo el daño causado». Y que se elabore «un plan transversal para la salvaguarda de los derechos humanos, con la ayuda de las instituciones y otros agentes».

Como muestra de este compromiso, Arraiz declaró que «es de justicia decir que como sociedad, en un pasado no tan remoto, nos faltó la sensibilidad necesaria ante el dolor de aquellos y aquellas que más sufrieron las consecuencias de las diferentes violencias». «No solo somos lo que hemos hecho, también somos lo que hacemos y lo que queremos hacer porque entonces no supimos hacerlo bien», agregó el dirigente abertzale.

Cada paso en cada uno de los carriles alimenta otros nuevos, según apuntó Arraiz, que abogó por lograr consensos porque son, dijo, caminos realizables a pesar de las dificultades.