La Unión Europea rechazó de plano la petición de enviar una misión militar a Ucrania, como había pedido el presidente de este país, Petro Poroshenko. «Esperamos un refuerzo del papel clave de la UE en el proceso de paz», declaró Poroshenko al inicio de la cumbre Ucrania-UE en Kiev. «Ucrania se ha dirigido a la ONU y a la UE para solicitar una operación internacional de mantenimiento de la paz en nuestro país», recordó.

Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, descartó inmediatamente esa opción. «Conocemos las expectativas ucranianas, pero es imposible enviar una misión militar» ahora, ya que esa cuestión aún no ha sido debatida por los 28 miembros de la UE, declaró en una rueda de prensa conjunta con Poroshenko y el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.

Según Tusk, la UE solo podría, por el momento, «enviar una misión de evaluación civil» en la zona de conflicto para examinar la «situación humanitaria».

Frente a la inestable situación, Kiev desea una fuerza militar o policial europea en la línea de frente, pero también en la frontera ucraniano-rusa, desde donde Kiev y la UE sospechan que Moscú suministra apoyo militar a los rebeldes.

La cumbre de ayer es la primera organizada desde la firma en junio de 2014 del acuerdo de asociación entre Ucrania y la UE, cuyo rechazo por parte del expresidente Viktor Yanukovich desató las protestas de Maidán y el golpe que lo derrocó.

Ucrania espera ahora ir más allá de ese acuerdo y comenzar el proceso de integración. Pero para Bruselas no es una prioridad. Juncker se mostró convencido de que se convertirá un día en miembro de la UE aunque evitó dar un plazo después el presidente ucraniano defendiera que el país estará en condiciones de solicitar la adhesión al bloque en un plazo de cinco años. «En cinco años debemos garantizar la aplicación verdadera del Acuerdo de Asociación y alcanzar las condiciones para solicitar la adhesión a la UE», afirmó Poroshenko en el arranque de la cumbre, aunque admitió que se trata de un «camino difícil».

Ucrania se encuentra inmersa en una grave crisis económica y solo la ayuda europea la mantiene a salvo de la suspensión de pagos. En ese contexto, Bruselas presiona a Kiev para que aplique las reformas exigidas, principalmente en materia de lucha contra la corrupción, pero también la reforma constitucional y judicial, y la transparencia del sector energético y de las finanzas públicas.

«Tienen un enemigo potente (Rusia), pero también muchos amigos. Pueden contar con su ayuda (...), pero son ustedes y solo ustedes, nación, Gobierno y Parlamento, los que tienen la difícil tarea de acometer las reformas», reclamó Tusk.

La OSCE advierte del aumento de los ataques cerca de Mariupol

La tregua sigue siendo frágil y ambas partes se acusan mutuamente de ataques en las últimas semanas. Los observadores de la OSCE presenciaron el domingo el bombardeo «más intenso» desde mediados de febrero, en la ciudad de Shirokino, cerca del puerto estratégico de Mariupol. Contabilizaron 69 disparos de tanques y más de 300 lanzamientos de mortero, además de obuses de artillería. El Ejército ucraniano dio parte de un soldado muerto y tres heridos en las últimas 24 horas. GARA