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BRUSELAS

La UE da luz verde a su operación militar contra la inmigración

Un mes después del dramático naufragio con cientos de inmigrantes muertos en el mar Mediterráneo, los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión Europea dieron ayer forma a la operación naval Navfor Med para «destruir» la actividad de los traficantes. Esta misión sin precedentes implicará el despliegue de buques de guerra y de aviones de vigilancia de los ejércitos europeos cerca de las costas libias, convertidas en lanzadera hacia Europa.

Los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión Europea (UE) dieron ayer luz verde a establecer una misión naval para combatir las mafias que transportan a migrantes en el Mediterráneo y que abre la puerta a destruir las embarcaciones en aguas territoriales de los países de partida.

«Acabamos de tomar la decisión de establecer una operación naval de la UE para interrumpir el modelo de negocio de las redes de traficantes» de personas en el Mediterráneo, anunció la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, a través de Twitter.

En una primera fase, la misión, bautizada EUNAVFOR MED y que estará dirigida por el contraalmirante italiano, Enrico Credendino, «apoyaría la detección y supervisión de las redes de migrantes» a través de la recogida de información y patrullas en alta mar de acuerdo con el Derecho Internacional pero sin necesidad de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Tampoco la necesitaría para llevar a cabo «el abordaje, inspección, incautación y desvío en alta mar de embarcaciones sospechosas de ser utilizadas para el tráfico de personas y el contrabando» de acuerdo con el Derecho Internacional aunque sí se requeriría en el caso de que se hiciera en «aguas territoriales o aguas internas» del Estado afectado, es decir Libia o bien contar con su «consentimiento», de acuerdo con el documento para establecer la misión.

Aunque los Veintiocho evitaron expresamente hablar de la posible destrucción de las embarcaciones utilizadas por las mafias, contemplan en una tercera fase «tomar todas las medidas necesarias contra una embarcación o sus activos relacionados», incluso deshaciéndose de ellos o haciéndoles inoperativos «en el territorio de ese país» de acuerdo con las condiciones que se fijen en una resolución del Consejo de la ONU o con el consentimiento del país.

«Establecemos la misión en el entendimiento de que facilitará una resolución del Consejo de Seguridad que es necesaria para las fases dos y tres», resumieron fuentes diplomáticas.

Mogherini, que aseguró en repetidas ocasiones que la misión no prevé el despliegue de militares en suelo libio, confió en que la misión se pueda lanzar en junio, una vez se concluya la planificación de los detalles de la operación «en las próximas semanas».

En declaraciones a los medios al inicio de la cumbre, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Harlem Désir, defendió la devolución de las personas migrantes al puerto del que partieron.

«El objetivo es desmantelar estas redes y que no haya más inmigrantes en esas embarcaciones que pongan en peligro sus vidas», insistió.

Subrayó que la UE espera «poder intervenir lo más cerca de las costas de partida. Por eso pedimos un mandato a la ONU, para poder actuar en un marco internacional que permita, incluso en las aguas territoriales, ir a interceptar estos barcos»

Adelantó que el Estado francés pondrá medios militares de su Marina a disposición de esta operación, mientras que el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, recordó que su país ya contribuye con activos a la crisis humana en el Mediterráneo. «Tenemos que actuar en los países de origen para reducir los factores que empujan a los migrantes a salir, lidiar con las mafias que trafican con migrantes en Libia, para parar a la gente en el punto en el que embarcan, y tenemos que interceptar en alta mar», manifestó.

El titular danés de Exteriores, Martin Lidegaard, matizó que el objetivo no son «barcos con inmigrantes a bordo. Estamos intentando hacer una operación que atajará a los barcos antes de que se suban mujeres, niños y hombres inocentes».

El ministro de Exteriores alemán, Frank Walter-Steinmeier, consideró que esta operación en el Mediterráneo «se enfrenta a preguntas prácticas y por supuesto legales no resueltas».

Su homólogo luxemburgués, Jean Asselborn, destacó que se trata de poner «fuera de servicio a las embarcaciones utilizadas por las mafias». «No bombardear los barcos que están en el mar», exclamó. Advirtió que se necesita una resolución de la ONU para actuar en aguas libias «y después una petición de Libia, no solo de Tobruk».

Detenciones en Libia

El domingo, las autoridades libias detuvieron a 400 migrantes, la mayoría de Somalia y Etiopía, cuando se disponían a embarcar en Tajura, una pequeña ciudad al este de Trípoli. Entre los arrestados había varias mujeres embarazadas. «Nos han detenido y nos han traído aquí. El motivo por el que huí de mi país es que está en guerra y no hay Gobierno», explicó a AFP un ciudadano somalí.

 

Investigan a un policía alemán por jactarse vía WhatsApp de maltratar a inmigrantes detenidos

La Fiscalía alemana ha abierto una investigación contra un policía acusado de maltratar en al menos dos ocasiones a inmigrantes detenidos en Hannover. El fiscal jefe de Hannover, Thomas Klinge, confirmó ayer que el agente ha sido señalado por dos testigos de trato humillante a inmigrantes en comisaría y que está siendo investigado por un posible delito de lesiones físicas en el ejercicio de su cargo y por tenencia ilícita de armas.

Los hechos se conocieron a raíz de la denuncia de la cadena regional NDR, que aseguró que el agente había alardeado ante unos amigos de su comportamiento a través de la aplicación WhatsApp.

La Policía registró su lugar de trabajo así como su vivienda, donde le fue confiscada un arma ilegal. Según la NDR, el primer caso de maltrato se produjo en marzo 2014 en una de las celdas de la comisaría central de Hannover. El agredido fue un afgano de 19 años. «Lo molí a golpes. A un afgano. Sin permiso de entrada. Le metí mi dedo en la nariz. Lo estrangulé. Fue divertido. Y lo arrastré por la comisaría por los grilletes de los pies. Fue tan bonito. Gruñió como un cerdo. Fue un regalo de Alá», se jactó en un mensaje a sus amigos.

El segundo caso tuvo lugar medio año después, cuando la policía retuvo a un marroquí de 19 años. «XY (el inmediato superior del agente) dijo que se le oía desde arriba, que gruñía como un cerdo. Luego el bastardo se ha tragado el resto de carne de cerdo podrida de la nevera. Del suelo», escribió en su mensaje citado por la cadena radiofónica alemana.GARA