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MADRID

Greenpeace se suma a las voces de alerta ante las obras en la playa de Laida

Con el fin de proteger una de las olas más valoradas por los amantes del surf de todo el mundo, la que se levanta frente a Mundaka en forma de tubo y que es un importante reclamo turístico, Greenpeace reclamó ayer la suspensión de las obras iniciadas en la playa de Laida, en el municipio de Ibarrangelu.

Según comentó la responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, el dragado previsto de 40.000 metros cúbicos de arena de la zona del puerto de Mundaka no soluciona nada y es perjudicial.

Recordó que, en 2003, sucesivas extracciones de arenas del fondo de la ría de Urdaibai llevaron a que la ola desapareciera por completo.

Tras esos dragados, las olas y su banco de arena (la barra) no se recuperaron hasta 2005, año en el que el Campeonato Mundial de Surf canceló la prueba prevista en Mundaka.

Si Laida ha perdido arena tras los fuertes temporales de invierno de 2014 «no se debe destruir otro entorno para restaurarlo», advirtió Marcos, que añadió que la playa ya recibió arena entre 2005 y 2007, pero desaparece temporal tras temporal.

Intervención humana

«Laida pierde arena por la obturación de su arroyo, por la pérdida de su cordón dunar, que comenzó a destruirse en los años 50, y eso es culpa del ser humano», afirmó la representante de Greenpeace, tal como recogió la agencia Efe.

Por su parte, la Demarcación de Costas, dependiente del Gobierno español, aseguró el pasado día 20 que las obras realizadas hasta el momento para restaurar la playa de Laida no han afectado a la ola izquierda de Mundaka. No obstante, dijo que va a bajar el ritmo de los trabajos durante unos días.

Costas aseguró que la solución por la que ha optado para recuperar la playa se consensuó durante meses con las otras administraciones implicadas: el Ayuntamiento de Ibarrangelu, la Diputación de Bizkaia y el Gobierno de Lakua.