Iñaki LEKUONA
Periodista

Fusión de primera

Tenía que pasar. Al final, el Eibar, a pesar de ser un club de primera, tanto por salud deportiva como económica, desciende de categoría. Como el Aviron, que jugará este año contra el Biarritz en una liga menor, entre otras cosas porque para algunos aficionados baionarras el proyecto de fusionarse en un sólo club de rugby vasco, en torno al cual estructurar el deporte del balón oval a este lado del Bidasoa, es un sacrilegio que han logrado evitar amenazando al presidente y a su familia.

La vida es cuestión de prioridades. Para algunos, no hay como el estadio y los partidos. Y están quienes su máxima aspiración es perpetuarse en cualquiera de los estadios de la política como manera de sacar partido. Algunos lo lograron ayer, aupados por unos electores carentes de todo criterio, o incapaces de comprender que les están metiendo un gol, o simplemente porque no son más que hooligans. Otros, los llamados transfronterizos, nos quedamos sin papeletas, impedidos por una ley electoral que nos priva de un derecho fundamental como es el voto. Porque por nuestra absurda condición de migrantes en nuestra propia tierra, se nos excluye de participar tanto en las elecciones forales como en las cantonales. Cada vez es más evidente que a este país nuestro le hace falta una fusión que nos suba a todos de categoría; le hace falta un Estado de primera.