Amaia U. LASAGABASTER
GIRO

El desplome de Aru entreabre la puerta a un Landa pletórico

El alavés, ganador en Aprica y segundo en la general, y Contador, líder, se confirman como los corredores más fuertes de la carrera.

Donde manda patrón, peligra la carrera. El exceso de celo de Astana en la protección de Fabio Aru pudo costarle caro a Mikel Landa. Y en cierta medida lo hizo porque, vista la fortaleza con la que completó el alavés la extenuante 16ª etapa del Giro (Pinzolo-Aprica, 175 kilómetros), quién sabe hasta donde habría llegado de no haber estado maniatado por la excesivamente férrea jerarquía de su equipo.

Es improbable que vuelva a suceder. Fabio Aru dio una lección de coraje, lo que le permitió minimizar daños tras quedar descolgado en plena ascensión al Mortirolo. Pero el italiano confirmó lo que ya se intuía, que no está en condiciones de disputar la carrera. En su equipo se dieron cuenta demasiado tarde, con lo que la puerta solo se entreabrió para Landa. Con dos etapazas ya en el zurrón del de Zuia, su entrada en el podio y la constatación de que es, junto a Contador, el corredor más fuerte de este Giro, esa puerta se abre ahora de par en par.

Un nuevo escenario que debe preocupar al líder. A Contador, protagonista también de una jornada memorable, le vinieron muy bien las dudas de Astana, que frenó a Landa hasta que la evidencia se pudo tocar. Pero no habrá ya más obligaciones para el alavés, que con lo que recortó en meta –38 segundos más la bonificación–, se sitúa a cuatro minutos de Contador. Y quedan por delante las etapas de viernes y sábado, con meta en Cervinia y Sestriere, que, en su momento de forma, le permiten ilusionarse al máximo.

Claro que el líder también sale reforzado de Aprica. No solo porque descarta al rival que tenía más cerca en la general tras el día de descanso, también por su propia actuación. Tras sufrir un pinchazo, Contador llegó solo a las primeras rampas del Mortirolo, con Landa y Aru por delante. Es cierto que el alavés no pudo ascender al ritmo que parecían permitirle sus piernas pero eso no resta méritos al corredor de Tinkoff, que alcanzó a sus rivales, descolgó a Aru y se fue sin problemas con Kruijswijk –impresionante también su etapa, que incluso le convierte en candidato al podio pese a que todavía está a ocho minutos de Aru, ahora tercero, y que le permite arrebatar a Intxausti el maillot de la montaña– y Landa, que solo se le marchó en los cuatro últimos kilómetros de la ascensión definitiva a Aprica.

Un final espectacular para una jornada que ya prometía desde su presentación, con uno de los trazados más bonitos que pueden diseñarse. La guerra comenzó pronto. Superado el primer puerto, Campo Carlo Magno, se formó una escapada con una decena de corredores, entre los que se encontraban Pellizotti, Niemec o Hesjedal, mientras por detrás Tinkoff impedía que las distancias se dispararan.

Tras superar el Tonale, el canadiense se marchó de sus compañeros para coronar en solitario la primera ascensión a Aprica. La lluvia hacía acto de presencia, aunque la verdadera tormenta se desencadenaba, a partir de ese momento, sobre el asfalto. En el descenso, Contador sufrió un pinchazo, Katusha se lanzó a cuchillo y Astana le siguió sin dudarlo. Eso permitía a Landa y Aru atacar el Mortirolo con Trofimov y, sobre todo, con un puñado de segundos sobre Contador, ya sin compañeros.

El panorama parecía ideal para el equipo kazajo pero pronto se vio que no era así. Landa tenía que frenarse para que su líder no se descolgara y eso permitió al madrileño darles caza. Se marchó, de hecho, Contador, momento en el que por fin se impuso la cordura y Landa pudo pegarse a su rueda. Junto a Kruijswique paga en la general su mala primera semana y que se comió casi todo lo que quedaba en cabeza, coronaron el Mortirolo y pusieron rumbo a Aprica. Por detrás, Aru encontró un aliado en Amador, pero un pinchazo volvió a dejarle solo. Por delante, a Landa le iba mucho mejor. Atacó a cuatro kilómetros del final para encadenar, en solitario, su segundo triunfo.

«Ha sido un día perfecto para mí», se

felicita el ganador, optimista

«Ha sido un día precioso, probablemente más que el anterior –se regocijaba Mikel Landa en Aprica–. Ha sido un día perfecto para mí».

En su análisis de la etapa, el corredor de Astana explicaba que «hemos visto que Contador tenía un problema, Katusha se ha puesto a tirar a tope y hemos colaborado con ellos. En el Mortirolo Fabio no se sentía muy bien y me ha dicho que fuese con Alberto y Kruijswijk. En los últimos kilómetros he empezado a pensar que podía ganar, lo he intentado y las fuerzas me han acompañado».

Y espera que lo sigan haciendo el ciclista alavés, optimista ante lo que queda. Sin ataduras ya y con dos etapones alpinos por delante. «He demostrado que puedo ser uno de los corredores más fuertes en la subida y todavía quedan algunos finales en alto», advirtió.

Alberto Contador admitió que «ha sido una etapa complicada», pero destacó que «lo importante es reponerse a todo. Estoy contento». «Estoy contento por la etapa, que es de las que se recuerda, y por las diferencias –añadió–. Y estoy muy agradecido a mi equipo»». GARA

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