GARA
DONOSTIA

Las agencias de desarrollo orientaron laboralmente a 17.700 desempleados en 2014

La Asociación Vasca de Agencias de Desarrollo, Garapen, gestionó en 2014 más de 4.300 puestos de trabajo y además se logró la inserción directa de 1.712 personas a través de planes locales de empleo.

Garapen ofreció ayer los resultados de 2014, en los que constata que, «pese a la crisis económica y el estancamiento del mercado laboral, son varios los logros alcanzados». De esta manera, la Asociación Vasca de Agencias de Desarrollo trabajó el pasado año con 17.708 personas desempleadas en procesos de orientación laboral, definiéndoles un itinerario «ad hoc» a sus necesidades y a las demandas de las empresas, de manera que les permita su inserción en el mercado.

Asimismo, se gestionaron más de 4.300 puestos de trabajo, se logró la inserción directa de 1.712 personas a través de planes locales de empleo, favoreciendo especialmente la contratación de personas con mayores dificultades al mercado de trabajo y que de otra manera difícilmente podrían contar con una oferta laboral.

Según informó Garapen, que cuenta con 559 profesionales al servicio del desarrollo local, desde los servicios de apoyo al emprendimiento se ha apoyado la creación de 1.521 nuevas empresas que han permitido la generación de más de 1.500 nuevos puesto de trabajo y que han supuesto más de 21 millones de euros de inversión.

Todas las empresas apoyadas han podido hacer uso de los más de 464 locales que desde las agencias de desarrollo se ponen a su disposición y donde también se les ofertan servicios de consolidación, de manera que se garantice la supervivencia en el mercado, especialmente durante los primeros tres años, «que es cuando mayores dificultades cuentan». Gracias a este servicio, más del 85% de las empresas que apoya Garapen permanecen en el mercado a los tres años de su constitución.

Desde el área de empresa ha trabajado con 5.247 unitarias, a través de diferentes programas de mejora competitiva, que está permitiendo que estas empresas accedan a otros mercados, inicien procesos de innovación tecnológica, desarrollen nuevos productos, etc. «Todo ello -explica– basado en acciones en colaboración y en muchos casos colaboración supra comarcal entre agentes de la misma cadena de valor, agentes del mismo sector, en muchos casos competidores o de la mano de las grandes empresas tractoras del territorio».