La consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, compareció ayer en el Parlamento de Gasteiz, a petición de EH Bildu, para dar explicaciones sobre el secado de regatas en Asteasu a consecuencia de las obras de un túnel del Tren de Alta Velocidad.

Oregi, acompañada del viceconsejero de Transportes Antonio Aiz –que no dijo nada– realizó una intervención muy téc- nica, llena de datos, muchos de ellos superfluos, para tratar de volver a convencer a la comisión que estas son cosas que pasan en todas las obras y que los estudios que se realizaron en su día no pudieron detectar lo que posteriormente iba a ocurrir.

La consejera admitió la afección de la obra a las regatas y señaló que se están realizando diversos estudios para conocer la repercusión final que van a tener. Indicó que será necesario todavía que se haga un seguimiento de los niveles de aguas durante dos años hidrológicos, para evaluar definitivamente la situación.

En todo caso, Ana Oregi ya adelantó que será difícil reducir o eliminar el impacto ambiental que se ha producido y que, por tanto, habrá que optar por adoptar medidas compensatorias.

Reacción a la publicación

Da la impresión que los responsables de las obras de la llamada «Y vasca» solo reaccionan a las efecciones que producen cuando éstas saltan a la opinión pública. Fue GARA quien informó el 7 de abril de este año que el túnel de Asteasu del TAV había secado tres regatas de manera definitiva. Para entonces, Euskal Trenbide Sarea ya tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo, pero no había comenzado a tomar medidas.

Según ha sabido este diario, fue a raíz de la aparición del problema en estas páginas cuando empezaron los movimientos. Es más, ETS ha estado en las últimas semanas muy atareada preparando la comparencia de ayer de la consejera.

Quienes conocen la situación sobre el terreno se congratulan de que al menos, como anunció ayer Ana Oregi, se vayan a realizar investigaciones de la situación del subsuelo y del acuífero.

En la comparecencia de ayer, solo intervino el parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu, que criticó que la respuesta que siempre se da por parte del Gobierno a las filtraciones de agua, los socavones en los túneles, los sobrecostes y hasta las muertes en las obras es que «estas cosas pasan en todas las obras».

Preguntó si se pedirán responsabilidades por los estudios de impacto ambiental que no fueron capaces tampoco aquí de detectar la realidad del subsuelo, y quedó claro que el Gobierno de Lakua no piensa hacerlo.