Joseba VIVANCO
Athletic

Más dudas que certezas en el nuevo orden de Lezama

Muchas caras nuevas en el nuevo organigrama y ausencia de referentes entre los que continúan.

«Lo que tenemos que tener es una autocrítica muy grande de lo que hacemos, reconocer errores y mejorar. Es un permanente debate interno, porque la responsabilidad que tenemos los que aquí estamos es tremenda, tremenda... Cuestionarse las cosas cada día...». Las palabras son de José Mari Amorrortu, en octubre de 2011, la temporada en que de la mano de Josu Urrutia regresó a Lezama como flamante director deportivo. Cuatro años después, el de Deusto, de tener pie y medio fuera del Athletic, ha pasado a asumir el diseño del nuevo organigrama de la cantera para la nueva temporada, con muchas caras nuevas, gente en muchos casos y a priori sin experiencia formativa y quizá lo que más dudas suscita, ¿quién formará a los nuevos formadores? Porque los Vicen Gómez, Edorta Murua y compañía, quienes estaban en la misma clave de trabajo que Amorrortu pero terminaron dejando Lezama mientras él ha salvado el cargo, triunfan lejos de aquí.

La tarde del martes fue movida en los despachos de las instalaciones de Lezama. El club comunicaba a varios técnicos de la cantera su no continuidad. No hubo filtraciones. Caras largas en un Gorka Bidaurrazaga muy cuestionado tras una mala temporada de juego, resultados y ambiente en el juvenil B y sorpresa a medias por la no renovación de Bingen Arostegi, al que Amorrortu ‘desterró’ en cuanto pudo en 2012, regresó en 2014 con un Aitor Larrazabal al frente de Lezama y ahora el primero lo vuelve a despachar. A ambos se suman las bajas de Gontzal Suances, al que la pasada campaña le ‘premiaron’ con el ‘marrón’ del Basconia, y de Andoni Bombín.

Ni un solo entrenador de cadetes en adelante que había en 2011 cuando llegó Josu Urrutia y José Mari Amorrortu permanece hoy en Lezama, a excepción de Cuco Ziganda. Revolución en toda regla de un Amorrortu con plenos poderes, que quiere caras nuevas para el nuevo curso, cerrar las heridas abiertas en estos cuatro años en el staff técnico de la cantera, el ambiente enrarecido y empezar de cero.

Arriban, entre otros, a la factoría rojiblanca entrenadores del fútbol vizcaíno como José Luaces, desde el Bermeo de Tercera para ocuparse del Basconia; Imanol de la Sota, de la Cultural de Durango al Juvenil de Honor; el exleón Aritz Solabarrieta o el excentral del Eibar Txema Añibarro para el Infantil B y Alevín C, y el excapitán del Leioa Ander Alaña al cadete de Liga Vasca.

Muchas dudas en torno a estas novedosas o novatas caras. Todos ellos deberán empezar de cero, resetear su propia visión del fútbol, formarse, «cuestionarse las cosas cada día» que decía Amorrortu... ¿Quién les guiará en ese trayecto nada sencillo y a medio plazo? En estos cuatro años Lezama ha dejado escapar a algunos de sus mejores referentes del fútbol de cantera y bien considerados a nivel mundial. Diferencias en torno a ese «cuestionarse las cosas cada día...». Lo que es evidente es que el tiempo dirá la incidencia que en el futuro a medio plazo tendrán estos inestables cuatro años y la etapa que comienza; el problema es que el Athletic no puede permitirse no acertar...

Larrazabal se va con una velada crítica

Gontzal Suances se despedía ayer en una carta dando las gracias pero dejando caer que «siento muchas cosas por dentro». Más velado era el comunicado de despedida del hasta hace no mucho mano derecha del presidente Urrutia, Aitor Larrazabal, que ya comunicó meses atrás al de Lekeitio su intención de dejar Lezama, pero que ahora se va antes de finalizar su contrato, «tras reflexionar estos últimos días sobre situaciones que se han dado en Lezama y decisiones comunicadas y de las que he tenido conocimiento a través de los medios de comunicación. Creo que es la mejor manera de dignificar mi profesión ya que no me parece ético permanecer en un puesto, aunque solo sean 13 días, percibiendo un sueldo y con un cargo que no se me deja desempeñar». Hasta el lunes estuvo comunicando las bajas y continuidad del Juvenil B. Adiós anunciado pero acompañado con una preocupante carga de profundidad.J.V.