Todas las miradas estarán puestas hoy en Bruselas. Los 19 ministros de Economía de la Eurozona están llamados a una reunión extraordinaria para preparar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar horas después, alrededor de las 19.00. En el encuentro se abordará el futuro de Grecia en la Eurozona después de la fallida reunión del pasado jueves, que no logró acercar posturas cuando el 30 de junio vence el plazo de la segunda prórroga del rescate al país heleno y ese día Atenas debe hacer un pago de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha intensificado sus encuentros este fin de semana con el objetivo de alcanzar un acuerdo con las instituciones internacionales acreedoras –Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–. Y ayer mismo Atenas anunció que ha presentado una nueva propuesta de reformas al presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, François Hollande, para tratar de lograr «un acuerdo mutuamente beneficioso».

El nuevo plan de Grecia mantendría los tres tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA), el 6,5%, el 13% y el 23%, a diferencia de los dos que defienden los acreedores. Sin embargo, esta vez Atenas estaría dispuesta a cambiar la imposición sobre algunos alimentos o los hoteles para aumentar los ingresos fiscales, como piden la CE, el BCE y el FMI.

Respecto a las pensiones, que es junto al IVA una de las cuestiones en que existen los mayores desacuerdos, el Gobierno de Syriza estudiaría abolir jubilaciones anticipadas a partir del próximo año, lo que ahorraría unos 200 millones de euros, así como reducir las pensiones complementarias más elevadas.

«Grecia busca una solución»

El ministro de Estado griego, Nikos Pappas, afirmó en una entrevista que Grecia busca una solución que permita volver al crecimiento dentro del euro y sin repetir los errores del pasado, y agregó que el Gobierno no solo pide un acuerdo: «Pedimos una solución. Para que haya un acuerdo, debe ser beneficioso para el pueblo».

«La restauración de los derechos laborales, la oposición a recortar los salarios y las pensiones, nuestra liberación de la política de austeridad catastrófica y un tratamiento integral del problema de la deuda han sido y siguen siendo nuestras líneas rojas», subrayó el ministro.

Los países de la Eurozona y las instituciones ya hablan abiertamente de preparativos ante la eventualidad de que hoy no se llegue a un acuerdo con Grecia y se plantee un escenario en el que Atenas suspenda pagos y, lo que estiman el peor de los casos, abandone la moneda única.

 

El FMI, pendiente de activar sus protocolos si Grecia no paga

El FMI está muy atento a que Grecia pueda saldar el pago de 1.600 millones de euros para, en caso contrario, activar su protocolo oficial en situaciones de «pagos atrasados», aunque no concederá un «periodo de gracia».

Dicho protocolo pasaría por el bloqueo del desembolso de la parte correspondiente al FMI de los 7.200 millones del rescate, o el envío de una comunicación. El proceso podría desembocar, en el peor de los casos, en la expulsión del país afectado.GARA