Pablo Ruiz de Aretxabaleta
Periodista
IKUSMIRA

Las urnas son muy peligrosas

Tiene razón. La ministra española de Agricultura, Isabel García Tejerina, tiene toda la razón. «Ojo, que las urnas son peligrosas. Miremos a Grecia para analizar lo que ha pasado», dijo ayer. Piensa la ministra que votar es un ejercicio peligroso y habla pensando en el referéndum griego que someterá a los votos las medidas que la «troika» quiere imponer a Atenas.

Pero el miedo a las urnas que ha expresado no se limita al caso griego. Puede extenderse desde Euskal Herria a Palestina –donde la UE presionaba para que se celebraran las elecciones hasta que ganó Hamas y aclaró que ese no era el resultado correcto –. Cuando las urnas no dicen lo que piensan quienes entienden la imposición como el funcionamiento normal de las cosas, son muy peligrosas.

No es una ocurrencia de la ministra que, hasta ahora menos conocida que sus compañeros Wert o Montoro, haya decidido darse a conocer. Es un alarde de sinceridad que no oculta el miedo a que la gente elija y que comparte el partido del gobierno español y muchos de los opinadores que advierten de que los griegos no pueden votar asuntos tan complejos como los que van a decidir su vida en los próximos años. Es mejor tirar las urnas al mar, como los corsos de Asterix, y dejar las decisiones importate a los tecnócratas, como hizo Italia con Mario Monti. Ya sabrán ellos lo que conviene a los griegos.

Es verdad, la urnas son peligrosas para quienes, el mismo día, ponen en vigor una Ley Mordaza que también ve peligroso expresarse, protestar, manifestarse, escribir, fotografiar, criticar opinar,...