Aritz INTXUSTA
iruñea

La estafa piramidal millonaria en Nafarroa estuvo activa desde 2001

La mayor estafa piramidal de la historia de Nafarroa ha hecho desaparecer más de 10 millones de euros. Miguel Olagüe, el timador, aseguró haber mantenido la estafa desde el año 2001. Según él, la culpa la tiene un madrileño que se largó con el dinero, pero los denunciantes no le creen. Olagüe trató de inculpar a dos personas más, a los que identificó como intermediarios. Uno de ellos lo niega y dice que es su estrategia para no pagar el montante que le reclama.

Miguel Olagüe reconoce en su autoinculpación haber dirigido una estafa piramidal desde el año 2001. En ella han desaparecido más de diez millones de euros. En la causa que se sigue contra él por apropiación indebida, Olagüe trató de inculpar a dos personas más, a quienes acusó de llegar con dinero en «bolsas» hasta su asesoría y de recibir comisiones. El abogado de uno de ellos, Severiano Oyaregui, ha mandado un burofax a GARA para desmentirlo, ya que considera que se ha vulnerado el derecho al honor al hacerse públicas las declaraciones del timador ante el juez.

El abogado de Oyaregui desmiente así que su cliente «haya colaborado o intervenido en la trama» y resalta que actualmente participa en la causa abierta contra el autor del timo en calidad de querellante y perjudicado. Es más, sostiene que no está imputado ni se le ha tomado declaración como testigo.

El letrado Sergio Gil-Gibernau califica como «la versión sesgada e interesada que defiende el presunto estafador y responsable del fraude, D. Miguel Olagüe, en un intento de eludir sus responsabilidades y, por supuesto, sin un mínimo indicio de prueba». En esa «versión sesgada», Olagüe aseguraba ante el juez que Oyaregui y Martín Oyarzun habrían acudido con dinero de terceras personas al despacho del timador. Supuestamente, Olagüe lo invertía y así lograban un interés muy superior al que daba un banco, de entre el 8% y el 12,5%. Olagüe afirmaba en ese documento que ambos se quedaban un interés del 4% o del 4,5% por cada cliente nuevo. Aunque, en realidad, esas inversiones eran falsas ya que los intereses se pagaban con el dinero de nuevos clientes que entraban a la rueda, hasta que se destapó.

De la nueva documentación a la que ha tenido acceso GARA, se desprende que Oyaregui fue una de las personas que más dinero perdió en la estafa o, cuanto menos, la reclamación que ahora hace en la querella es de las más altas.

Por otro lado, Olagüe ha confesado que la estafa piramidal arrancó como tal en 2001. Que desde 1992 hasta esa fecha las inversiones eran reales. O, más bien, que también él fue fruto de un engaño los primeros años. En este caso, habría sido un madrileño el que se largó con el millonario botín. Un tal Felipe Manrique. En ese año, este personaje «desaparece por motivos desconocidos». En su declaración jurada, Olagüe confiesa que «es a partir de dicho año cuando se comienzan a utilizar las aportaciones de nuevos inversores en retribuir capital y proceder a la devolución de los capitales solicitados».

Vista la documentación aportada, cuesta entender que la estafa se mantuviera todo este tiempo. Los pagarés y los recibís están escritos a mano alzada, las cuentas anuales que presentaba el supuesto asesor son terriblemente burdas (llegaba a decir que las inversiones valían 186 millones de euros), etc.

Los querellantes, unas cuarenta personas, no creen la historia de que el dinero se lo llevó un madrileño. Sostienen que Olagüe lo tiene oculto y quieren que se investigue a su mujer (que firmó algún documento) y a sus hijas, que tendrán que declarar en los juzgados.