Imanol CARRILLO
JORNADA SOBRE RELACIONES LABORALES EN GIPUZKOA

«EL MARCO VASCO ES NECESARIO PARA LA SUPERVIVENCIA ECONÓMICA Y SOCIAL»

EL SINDICATO LAB, CON LA COLABORACIÓN DE LA DIPUTACIÓN DE GIPUZKOA, ORGANIZÓ EL JUEVES PASADO UNA JORNADA SOBRE RELACIONES LABORALES Y DESARROLLO ECONÓMICO EN LA QUE INTERVINIERON ADRIÁN ZELAIA (EKAI CENTER), ANTXON LAFONT, EXPRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE BAIONA, Y AINHOA ETXAIDE, SECRETARIA GENERAL DE LAB.

«Gracias a los dos invitados por ponernos labores y gracias a Adrián Zelaia por decir en su intervención que el sindicalismo vasco es ‘serio’ cuando últimamente desde distintos ámbitos se dice todo lo contrario». Estas fueron las primeras palabras de Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB y última en tomar el micrófono, durante la jornada organizada por su central el pasado jueves en el Kursaal de Donostia para hablar sobre la actualización de las relaciones laborales en Gipuzkoa.

Entre las razones que le han llevado a centrarse en este territorio está que durante los últimos años se han producido «claves importantes» tras la reforma laboral impuesta en el Estado español, recalcó la moderadora Amaia Zurutuza al inicio de la jornada, o «la actitud de la Diputación los últimos cuatro años», puesto que «ha actuado en contra de esa reforma laboral», añadió después Etxaide. Las negativas consecuencias de la crisis en un sector tan importante como el industrial también fueron otro de los motivos principales de la jornada.

En su intervención, Antxon Lafont, expresidente de la Cámara de Comercio de Baiona y del Consejo Económico y Social Vasco (CES), se dirigió al público presente para hablar «con la marca empresario». Tras rendir homenaje al ex secretario general de LAB, Rafa Díez, «maestro en muchas cosas», el también colaborador de GARA quiso dejar claro que «empresarios hay de todos los colores y tallas». En este punto, siempre desde su amplia experiencia laboral, mencionó que el buen empresario es aquel que sigue el concepto de «utopías realizables», todas aquellas metas que se pueden cumplir.

En su opinión, se deben seguir varios objetivos dependiendo de si son a corto, a medio o a largo plazo. Para el primero de ellos, señaló el hecho de «adaptarse a la realidad» o, utilizando un símil, «hay que trabajar la tierra con los bueyes que tenemos», mientras que «también habría que ver cómo modificar la realidad», algo que, según explicó en su intervención, entraría dentro de las acciones a medio y largo plazo.

Sociedad política vs. social

Lafont también advirtió de la peligrosidad de que «la sociedad política invada la sociedad civil», y expuso que se ha visto en las últimas elecciones, «y además una invasión total». Es decir, «cuando vas a un sitio, de repente ves que está dirigido por una persona que yo llamo ‘hijo de arzobispo’, alguien que es pariente de no sé quién, pero siempre por el partido dominante», explicó. Por eso, recalcó que «es indispensable que la sociedad civil invada la sociedad política» porque «será bueno para los empresarios y para la sociedad». Señaló que la política es «teóricamente representante» de la civil, que «las normas las tiene que dar la civil» y que «a la sociedad política se le confía la gestión de esas normas».

En este punto señaló que los sindicatos tienen que intervenir y hacer política, «porque son representantes genuinos de la sociedad civil». Eso sí, sin llegar a hacer «política politiquera», concepto que explicó con el referéndum de Grecia a modo de ejemplo: «Los ministros del Gobierno griego quieren que salga el ‘no’, pero por dentro igual están pensando que salga lo contrario para después decir que han hecho todo lo que podían».

Lafont no quiso dejar escapar la ocasión para mencionar que «se prevé un paro enorme dentro de muy poco tiempo», y recalcó que el desempleo, cuyas cifras del mes de junio se anunciaron el jueves, «no hay que anunciarlo en cantidad de trabajadores, sino en horas trabajadas, porque ahí se vería exactamente la dimensión real de la mano de obra».

Añadió que «ya estamos viendo cómo las empresas de producción, si sacan beneficios, los ponen en una economía de especulación, entonces se va reduciendo la mano de obra», por lo que instó a los sindicatos a «preocuparse por los trabajadores y también por los parados», así como de la inmigración, ya que, según sus datos, «el 18% de los niños de 0 a 4 años en Hego Euskal Herria son extranjeros».

Por último, hizo hincapié en la necesidad de tener formación para «hablar de igual a igual» con el capital y los empresarios, «porque por ahora es el capital el que está dominando», indicó.

«Al borde del precipicio»

Por su parte, Adrián Zelaia, de Ekai Center, hizo una presentación estratégica-teórica sobre relaciones laborales, «que son una de las bases del desarrollo económico», con la que hizo una última reflexión diciendo que «la economía vasca está al borde del precipicio, estamos ante la necesidad de una profunda resurrección», pero los sindicatos «tienen razones para esa resurrección».

Señaló que «es importante la cantidad de beneficio, pero también lo es cómo se crea y qué se hace con ese beneficio». Y eso, para impulsar las relaciones laborales y el desarrollo económico, exige «profundizar en otros conceptos, sobre todo en sectores tecnológicos, formación e inversión», explicó Zelaia.

El responsable de Ekai Center ensalzó el potencial de los sindicatos vascos al señalar que tienen «capacidad reivindicativa y para organizarse, seriedad y son más exigentes», así como la capacidad de pasar de una función social a una socio-económica, entre otros aspectos, y les pidió que pasen de una estrategia defensiva a otra atacante para «tensar a las empresas» y que «los empresarios noten la presión sindical» porque si no «buscarán los beneficios mediante el recorte de los costes».

Se mostró preocupado por el declive de la Industria en Hego Euskal Herria, donde, según los datos que facilitó, desde abril de 2007 en la CAV ha descendido un 24%, y en Nafarroa, un 9%. En este aspecto, criticó a los tres gobiernos de Lakua (los de PNV y PSE) desde el comienzo de la crisis por la actitud tomada en la inversión tecnológica, ya que «China nos ha superado –también a la UE-28– y el esfuerzo que se hace allí es mayor que el que se hace aquí».

Explicó que Europa se está dividiendo «cada vez más» entre los pueblos centrales y los periféricos, y además advirtió que «Euskal Herria podría quedarse lejos de los pueblos emergentes» y que «la quiebra de la Industria podría traer consecuencias negativas». En este sentido, puso en duda que «en este pueblo tengamos una estrategia propia para hacer frente a nuestros retos».

Contra la precariedad

Por último, Ainhoa Etxaide, en nombre de LAB, recalcó en su discurso que «un mundo laboral que se basa en la precariedad y, por lo tanto, extiende la pobreza y nos condena a la exclusión social, no es el que asegura un futuro a los trabajadores», por lo que pidió que se reorganice el mundo laboral, «teniendo en cuenta a Euskal Herria, mirando a Europa y no trayendo aquí el mercado laboral español que impone Madrid».

Para ello, la secretaria general de LAB recalcó que para su sindicato es «fundamental» actualizar el marco vasco de las relaciones laborales porque «queremos vivir, trabajar y decidir aquí» y porque «es una herramienta necesaria para la supervivencia económica y social, no solo para los abertzales».

Etxaide criticó la actitud de la patronal Adegi, «que quiere liquidar los convenios y quiere un modelo sin sindicatos», mientras que alabó la actitud de la Diputación de Gipuzkoa ante la reforma laboral y porque se ha mostrado a favor de la negociación colectiva. Ahora, «el mapa institucional ha cambiado y el sindicato tiene que hacer su propio camino», recalcó.

Criticó a Lakua, porque «no tenemos un sistema financiero propio» y porque «han hecho desaparecer la economía pública», entre otras cuestiones.

Por último, Ainhoa Etxaide admitió que «hay que inventar nuevos caminos para desbloquear la situación, y esa será la labor de LAB durante la próxima temporada».