Joseba ITURRIA
Tour 2015

Tony Martin devuelve la paz a Etixx en su terreno preferido

El alemán ganó la etapa y logró el liderato en una etapa del pavés que no marcó diferencias entre los favoritos pese a intentarlo Nibali.

Tony Martin logró la victoria y el liderato en la cuarta etapa del Tour con final en Cambrai tras siete tramos de pavés que no marcaron diferencias entre los favoritos porque a Vincenzo Nibali le faltó más ayuda de su equipo y le sobró el viento de cara para intentar repetir el beneficio del año pasado.

De los principales favoritos solo Pinot perdió tiempo. Todos los demás llegaron juntos en un primer grupo de 35 corredores del que saltó a falta de tres kilómetros Martin para lograr la etapa y el liderato, pero también para devolver la paz al Etixx tras lo sucedido en la segunda etapa.

Ese día el equipo de Patrick Lefevere se quedó en cabeza con seis corredores y dejó escapar la etapa a la que optaba con Cavendish y el liderato que debía conseguir Tony Martin. El manager del equipo cargó contra el sprinter por verse relegado en los últimos metros por Cancellara, pero la responsabilidad fue del equipo. Ordenó a Tony Martin y a Kwiatkowski trabajar con la generosidad que le caracteriza sin necesidad y el equipo preparó mal el sprint final.

Todos contentos

Martin se merecía el liderato aquel día y ayer aprovechó la oportunidad que le brindó el ciclismo para encontrar una recompensa que alegró hasta a sus rivales y a todos los aficionados porque corredores como el alemán son apreciados. Pero sobre todo hizo feliz a su equipo, que se unió en una piña a su alrededor al término de la etapa con un Cavendish emocionado.

El alemán aprovechó que Giant y Cofidis llegaron con pocos corredores y menos fuerzas para anular su intento y preparar el sprint de Degenkolb y Bouhanni y que Sagan y el Tinkoff se centraron en trabajar ayer para Contador, que salvó el día tras realizar los últimos 25 kilómetros con una llanta rota. También benefició a Martin que al Sky le interesa que Etixx tenga que defender el liderato en lo que queda de semana hasta la llegada de Pirineos.

Froome fue el gran derrotado de la etapa del pavés del año pasado, en la que se vio obligado al abandono, y el segundo gran triunfador ayer hasta el punto de que en el último tramo de pavés ordenó acelerar la marcha para provocar un corte con Nibali que rápidamente consiguió solucionar el Tinkoff.

Hasta ese último tramo fue Vincenzo Nibali el que intentó aprovechar el terreno en el que partía con ventaja sobre sus rivales, pero el Astana no respondió como el año pasado o como lo ha hecho en el Giro. A pesar de que con el fichaje de Boom se podía pensar que mejoraría en este terreno, tuvo que ser Nibali el que acelerara cada vez que se entraba en los tramos de pavés, donde se encontró con un viento de cara que le impedía abrir hueco. Por eso todos los favoritos menos Pinot entraron juntos en el día más complicado.

Entre los vascos, Gorka Izagirre y Jonathan Castroviejo estuvieron con Nairo Quintana hasta el último tramo de pavés, Markel Irizar entró en el grupo de Pinot y Haimar Zubeldia, Erviti y Sicard llegaron a 5:37.

¿Primera jornada tranquila?

Tras la etapa más temida por los favoritos, el Tour afronta la primera que a priori no debería marcar diferencias salvo que alguno de los favoritos se vea involucrado en una caída. Serán 189,5 kilómetros entre Arras y Amiens que no presentan ningún puerto puntuable y que los sprinters querrán aprovechar.

Pinot se va de la pelea y Barguil entra con fuerza

Thibaut Pinot fue el gran derrotado de la jornada al perder 3:23 y ceder 6:30 en una general en la que aumentará su desventaja tras la crono por equipos del domingo. Peor que la distancia con sus rivales, son las sensaciones que trasmitió ayer de estar mentalmente fuera de la pelea. Tuvo un problema en una rueda en un tramo de pavés y, en lugar de intentar seguir hasta el final, se paró hasta que llegó un ayudante del equipo que le dio una rueda y se llevó una gran bronca sin razón. Luego se paró para cambiar de bicicleta desquiciado, Ladagnous le ofreció la suya y en lugar de intentar seguir con ella, la rechazó por ser más grande a la espera del coche, muy atrás en la cola.

Tony Martin ganó la etapa con la bicicleta de Matteo Trentin, más pequeña que la suya, y Alberto Contador completó los últimos 25 kilómetros con una llanta rota. Es la diferencia entre grandes campeones que destacan por su fortaleza mental y un Pinot que tiene que hacer su calendario lejos del aficionado francés para descargarse de presión. Luego, en la meta, comparó su Tour con el de 2013, en el que estuvo fuera de carrera, y dejó claro que está derrotado psicológicamente y queda mucho aún.

Todo lo contrario que Warren Barguil, que fue capaz de entrar en el abanico bueno de la segunda etapa y ayer estuvo en las primeras posiciones siempre en los tramos de pavés, en dos jornadas que no eran propicias para el escalador del Giant. El año pasado recibió un duro golpe al no entrar en el equipo del Tour para apostar por las victorias de etapa de sus sprinters. Ganador del Tour del Porvenir en 2012, de dos etapas en la Vuelta de 2013, prueba en la que acabó octavo en la general, está undécimo en la general a 1:19 de Froome y tiene todo el terreno favorable en su debut. Joseba ITURRIA