Mushtaq MOJADDIDI (Afp)
KABUL

El Gobierno afgano anuncia nuevas negociaciones de paz con los talibanes

El Gobierno afgano anunció ayer que la segunda ronda de «negociaciones de paz» directas con los talibanes tendrá lugar a finales de julio y que la aprovechará para pedir un «alto el fuego». El anuncio llega dos semanas después de la primera toma de contacto directo entre las partes en Murree, Pakistán, que fue todo un avance, según la ONU y Washington.

Por el momento los talibanes no lo han confirmado y continúan con su «temporada de combates» contra el Gobierno y sus aliados de la OTAN.

«La segunda ronda se fijó para el 30 o 31 de julio», declaró a la agencia AFP Mohamed Ismail Qasimyar, un miembro del Alto Consejo para la Paz (HCP), un órgano gubernamental. Abdul Hakim Mujahid, vicepresidente primero de este organismo, también dio como fecha el 30 de julio.

El objetivo de Kabul está claro, según manifestó Qasimyar: «Afganistán pedirá un alto el fuego» a los talibanes. «Vamos a insistir y a presionar durante este encuentro para un alto el fuego», recalcó.

El lugar del encuentro ya ha sido confirmado. Se reunirán en China, según fuentes del Alto Consejo para la Paz. El encuentro, previsto para el 30 de julio, tendrá lugar en Urumqi, la capital de la región china de Xinjiang (la tierra del pueblo uigur, que ellos denominan Turkestán oriental). Se trata de una sede con importante carga estratégica –como lo fue en su día la capital de Pakistán, Islamabad, en la primera ronda– al ser escenario de operaciones de grupos armados presuntamente relacionados con los talibán.

Es por ese motivo que las autoridades chinas han decidido acoger las conversaciones en Urumqi, que consideran la puerta de entrada en su país del conflicto afgano.

Visto bueno de Omar

También se sabe que, como ya ocurrió en la primera ronda en Pakistán, participarán diplomáticos chinos y estadounidenses, detalló Qasimyar.

Por lo que respecta al bando talibán, el comienzo de las negociaciones puso de manifiesto la existencia de profundas discrepancias, sobre todo entre la «shura de Quetta», la dirección del movimiento que se cree que se encuentra hoy en día en Pakistán, y la «oficina política», exiliada en Qatar.

Justo antes de Eid al Fitr, la fiesta que marca el final del mes de ayuno del Ramadán, el jefe de los talibanes, el mulá Omar, dio su consentimiento implícito al diálogo, por considerar que los «contactos pacíficos con los enemigos no están prohibidos».

No obstante, sobre el terreno, algunos talibanes estiman que los insurgentes que acudieron a Murree no eran representativos y, además, que eran demasiado próximos a Pakistán, un país acusado desde hace tiempo de mover los hilos de la rebelión afgana en defensa de sus propios intereses en la región.

Sin confirmar la fecha de esta segunda ronda, un responsable talibán consultado por AFP advirtió de que estas negociaciones serían «inaceptables» sin la presencia de representantes de los exiliados en Qatar, considerados menos afines a Pakistán.

Estas primeras tomas de contacto oficiales coinciden con un aumento de la actividad de los insurgentes afganos, que cometen cada vez más ataques fuera de sus bastiones tradicionales del sur y del este de Afganistán, sobre todo en Kabul y en las provincias del norte.

El trabajo de las fuerzas de seguridad afganas se ha complicado mucho desde que la OTAN puso fin a su misión de combate en diciembre pasado. Los 12.500 soldados extranjeros desplegados actualmente en Afganistán trabajan como instructores o consejeros de las fuerzas afganas.

Reflexión del clérigo

El destacado clérigo paquistaní y líder del partido Jamiat Ulema-e-Islam (F), el maulana Fazal-ur-Rehman, expresó el pasado miércoles su respaldo al proceso de paz entre el Gobierno de Afganistán y los talibanes, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.

Conocido por su respaldo a los talibanes en el pasado, el clérigo ha recalcado que la guerra no es una solución, como ha venido demostrando la experiencia en el castigado país asiático. Argumenta el religioso que «en lugar de reconocer la realidad sobre el terreno, Estados Unidos bombardeó Afganistán, mató a decenas de miles de personas, y dañó la paz y la economía en la región».

En este sentido, Fazal-ur-Rehman ha asegurado que EEUU intentó intervenir en el país para lograr una hegemonía a nivel regional, afirmando además que varios gobernantes paquistaníes se unieron al conflicto, creando más problemas.

EEUU mata a un comandante de Al Qaeda en suelo afgano

Un comandante de alto rango de Al Qaeda en Afganistán y otros dos insurgentes murieron en un bombardeo estadounidense, anunció ayer el Pentágono.

Abu Jalil al Sudani, «un comandante operacional de Al Qaeda de alto rango», murió el pasado 11 de julio en la provincia de Paktika, precisó el Pentágono en una nota distribuida a los periodistas que acompañaron al secretario de Defensa, Ashton Carter, en su viaje a Bagdad. «La muerte de Al Sudani asesta un duro golpe a las operaciones de Al Qaeda en el mundo», añadió. Al Sudani era el responsable de los atentados suicidas y de los explosivos en Al Qaeda, añadió la fuente. «También dirigió operaciones contra la coalición, las fuerzas afganas y paquistaníes y mantenía vínculos estrechos con Ayman al Zawahiri», el sucesor de Bin Laden, anunció el Pentágono. Para Carter, la muerte de Al Sudani es una muestra del trabajo realizado por el general John Campbell, comandante de la OTAN en Afganistán. «Continuaremos el combate contra la violencia fundamentalista», declaró.GARA