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OFENSIVA DE TURQUÍA CONTRA EL MOVIMIENTO KURDO

Ankara busca cambiar la relación de fuerzas regionales y ataca a las YPG

El Gobierno turco afirmó que su ofensiva contra el PKK y el movimiento kurdo, justificada por la «lucha contra el terrorismo», quiere dejar claro que puede cambiar la relación de fuerzas en Siria, Irak y toda la región. A la vez, atacó a las milicias kurdas que combaten al ISIS, mientras EEUU avaló su plan de crear una «zona de seguridad».

«La presencia de una Turquía susceptible de utilizar eficazmente la fuerza puede permitir cambiar el equilibrio en Siria, Irak y en toda la región», afirmó el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, evidenciando que su intervención en la guerra siria, unida a sus ataques al PKK, van más allá del combate contra el Estado Islámico (ISIS) con que ha justificado su ofensiva, y que busca un papel relevante como potencia regional.

Y en ese objetivo, los kurdos suponen un obstáculo, puesto que se están convirtiendo en un actor regional importante y asentando una autonomía de facto en Siria en su combate contra el ISIS, al que están haciendo retroceder en Rojava (cantones kurdos en Siria). Tras los bombardeos a las bases del PKK en Irak, que han golpeado al proceso de paz, el Ejército turco bombardeó ayer también posiciones de las milicias kurdas en Siria. Además, Ankara extendió las amenazas a sus representantes políticos.

Davutoglu afirmó que continuará los bombardeos contra el PKK «hasta que abandone las armas», a la vez que acusó al partido kurdo en Siria PYD de estar ligado al Gobierno sirio. «Si el PYD corta sus lazos con el régimen de Al-Assad y no representa una amenaza para Turquía, puede sumarse al movimiento por una Siria democrática. Sin embargo, si intenta proceder a una limpieza étnica en la región, las cosas serán diferentes». La creación de una entidad autónoma kurda en Siria representa para Turquía una amenaza mayor que la presencia yihadista y la relaciona con la «limpieza étnica».

En este contexto, las YPG acusaron a Turquía de haber disparado su artillería contra las milicias kurdas en dos localidades de la provincia de Alepo en las que provocaron varios heridos. Estos disparos de blindados turcos fueron confirmados por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. «En lugar de atacar posiciones ocupadas por los terroristas del Estado Islámico, las fuerzas turcas atacan nuestras posiciones de defensa», denunciaron. El Gobierno turco negó en un principio este ataque y aseguró que el PYD no forma parte de los objetivos de su ofensiva, si bien admitió que investiga la denuncia.

Hacia la guerra civil

Según el HDP, el partido de la izquierda prokurda y cuarta fuerza política en Turquía, con los bombardeos sobre el PKK y las detenciones políticas masivas el Gobierno está llevando al país a la guerra civil para perpetuarse en el poder.

«El primer ministro en funciones de un Gobierno en funciones lleva el país paso a paso a una enorme guerra civil. Turquía se está hundiendo en las ciénagas de Oriente Medio por los errores de su política siria», aseguró el copresidente del HDP, Selahattin Demirtas.

El líder prokurdo denunció los ataques aéreos contra la guerrilla del PKK. «Hemos visto cometer todo tipo de locuras para convertir al gobierno transitorio en uno permanente, mediante el pánico», aseveró el político kurdo. Demirtas insinuó que la decisión de involucrarse en el norte de Siria y de hacer saltar por los aires el proceso de paz con el PKK no ha sido tomada por el Estado turco sino por el núcleo duro del AKP, que perdió la mayoría absoluta en junio.

«Estas no son políticas del Estado, sino del Palacio (residencia del presidente, Recep Tayyip Erdogan). El Palacio ha fundado un Estado propio aparte. Tiene sus propios servicios secretos, sus finanzas, sus fuerzas armadas, su judicatura, sus medios de comunicación y sus medios sociales», aseguró.

También el líder del partido opositor CHP, Kemal Kiliçdaroglu, acusó a Erdogan de «jugar con el futuro de Turquía» al intentar hacer fracasar las negociaciones para formar Gobierno y así forzar la repetición de elecciones y neutralizar el éxito electoral del HDP.

EEUU apoya la «zona tapón»

Además, en la búsqueda por cambiar el equilibrio regional de fuerzas, Ankara ha obtenido el apoyo de EEUU a su plan para crear una «zona de seguridad» en el norte de Siria. «El objetivo es establecer una zona liberada del ISIS y mejorar la seguridad y la estabilidad a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria», afirmó un responsable estadounidense a AFP. Washington ya ha dado su apoyo público a la ofensiva militar de Turquía afirmando que «tiene derecho de tomar medidas contra objetivos terroristas». «No queremos ver al ISIS en nuestra frontera. Cómo lo haremos, qué pasos daremos, eso nos lo reservamos, pero no queremos verlo. Queremos reemplazarlo por la oposición moderada», manifestó Davutoglu. Fuentes del Gobierno turco señalaron ayer a Efe que los primeros 54 milicianos entrenados en este programa ya se hallan en Siria. Los dos países quieren crear con ataques aéreos una zona de más de 100 kilómetros de frontera turco-siria y de 65 kilómetros hacia el interior de Siria cedida al control de fuerzas «moderadas» opuestas a Damasco que aún no han concretado, según “The Washington Post”. No obstante, la estrategia no llega a satisfacer la demanda de Ankara de crear una zona de exclusión aérea.

La OTAN descarta que Turquía necesite su apoyo militar

Los embajadores de los países de la OTAN enviarán hoy una «señal fuerte de solidaridad» a Turquía en una reunión extraordinaria del Consejo del Atlántico Norte, convocada a petición de Ankara, con la que quiere recibir apoyo en su ofensiva contra el PKK, que ha vinculado a la lucha contra el Estado Islámico (ISIS). Según la portavoz de la Alianza, Carmen Romero, se prevé que los embajadores escuchen una presentación por parte de Turquía sobre las medidas que está tomando y envíen una «señal fuerte de solidaridad». Sin embargo, no se prevé que Ankara solicite apoyo militar. «Turquía es suficientemente poderosa para no necesitar ayuda militar de la OTAN», indicó su secretario general, Jens Stoltenberg. «Turquía tiene un Ejército fuerte y fuerzas de seguridad muy poderosas», insistió Stoltenberg en la BBC.«Así que no ha habido demanda de apoyo militar sustancial de la OTAN». El secretario general recordó que la Alianza ya desplegó en 2013 misiles Patriot en Turquía y aplaudió el giro de la política de Turquía –que hasta ahora había asistido pasivamente al avance yihadista hasta su frontera, por lo que ha sido acusada incluso de complicidad– y haya atacado posiciones del ISIS en Siria, en respuesta al atentado de Suruç.

Sobre los bombardeos paralelos contra el PKK, el noruego se limitó a señalar que «la autodefensa debe ser proporcional». «Ha habido progresos en el trabajo hacia una solución política» entre Turquía y la rebelión kurda. Es importante no renunciar a ese trabajo», añadió en otra entrevista en la televisión noruega NRK.

Turquía ha demandado la reunión de la OTAN, apelando al artículo IV del Tratado de Washington, según el cual, cualquier aliado puede pedir consultas cuando considere amenazada su integridad territorial, independencia política o seguridad. Turquía ya lo invocó en 2012, al sentirse amenazada por la guerrilla kurda en el norte de Siria, y en 2003, para preparar su defensa en caso de guerra en Irak. Turquía ha recibido también muestras de apoyo de Berlín, París y la UE en su ofensiva.GARA

Más de mil detenidos en las redadas contra kurdos e izquierdistas

Hasta 1.050 personas han sido detenidas en las redadas realizadas en los últimos días, que con la excusa del arresto de yihadistas, han tenido como principal objetivo activistas y políticos kurdos y militantes de izquierda turcos. Entre los detenidos hay entre 50 y 60 ciudadanos extranjeros, según el Gobierno turco. Tras los incidentes del domingo, ayer finalmente pudo celebrarse el funeral por Gunay Ozarslan, muerta en estas redadas al ser tiroteada por la Policía en su domicilio. En otras localidades, ayer continuaron las protestas.GARA