Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Pixels»

Los campeones del mundial 82 de las maquinitas

Una película que se abre con el himno juvenil de finales de los 70 “Surrender” de Cheap Trick, sonando a toda pastilla, ha de ser forzosamente buena. Nadie puede conocer mejor que Chris Columbus la esencia del cine ochentero hecho con la filosofía del entrenimiento preconizada por Spielberg, y el veterano realizador ha sabido retener la magia y el encanto de la época que parecían perdidos. “Pixels” se nutre de películas de culto como “Los Goonies”, “Los Cazafantasmas”. “Los Gremlins” y “The Revenge of the Nerds”.

En la versión doblada, el término “nerd” está mal traducido, y se confunde con el frikismo, pero no hay más que ver las versiones juveniles de los protagonistas para comprobar que eran los típicos chicos fuera de lo común, aparentemente retrasados, pero con una gran habilidad para una dedicación tan sedentaria como la de jugar a las maquinitas. El “nerd” es alguien que es tomado por tonto pero que siempre acaba sorprendiendo por sus capacidades ocultas. Y así ocurre en “Pixels”, ya que de adultos aquellos mocosos del salón recreativo salvarán la tierra.

El humor infantil de Adam Sandler y Kevin James encaja por una vez a la perfección dentro de una historia en la que el desfase generacional está muy bien caricaturizado, y así el niño que Sandler lleva dentro se choca de bruces con el menor de hoy en día que ve de lo más natural los videojuego violentos. Dicha confusión está también dentro del propio guion, porque una especie alienígena se convierte en el reflejo de la creciente beligerancia humana, cuando malinterpreta un mensaje lanzado en el 82 al espacio por la NASA, conteniendo algunos de los ingenuos juegos recreativos de entonces y los toma por una declaración de guerra. Y es que no todos los participantes en el histórico campeonato eran tan inocentes, sobre todo un tramposo Peter Dinklage que se atreverá con Serena Williams.