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PARÍS

Los agricultores franceses reclaman «un precio justo» de sus productos

Los agricultores del Estado francés, incluidos los de Ipar Euskal Herria, llevan semanas movilizándose para pedir «un precio justo» de los productos. No están conformes con la ayuda urgente del Gobierno, mientras la UE celebrará el 7 de setiembre un Consejo extraordinario.

Los agricultores y ganaderos franceses, a los que se les han unido también los de Ipar Euskal Herria, llevan varias semanas movilizándose para denunciar los precios «excesivamente bajos» de la carne y los lácteos. Con los tractores a cuestas, los profesionales de este sector presionan al Gobierno para obtener un «precio justo» mientras la Unión Europea (UE) celebrará el próximo 7 de setiembre un Consejo extraordinario para abordar la crisis económica que afrontan estos sectores en varios Estados miembros.

Los ganaderos franceses se quejan también de las importaciones de carne, sobre todo de Alemania y el Estado español, a las que culpan en parte de los bajos precios que les pagan por sus animales. Ante estos hechos, el Gobierno galo presentó un plan de urgencia el pasado 22 de julio con un paquete que sumaba 1.100 millones de euros entre ayudas, aplazamientos de impuestos o garantías para el escalonamiento de deudas, pero este no permitió acabar con las acciones de protesta de los ganaderos, que se han extendido desde Normandía y Bretaña, donde comenzaron a mediados de julio con el bloqueo en puntos estratégicos de la red de carreteras y autopistas, a otras zonas del Estado francés.

De hecho, el pasado martes los ganaderos de carne bovina y porcina se movilizaron en los mataderos de Maule y Angelu, respondiendo a la llamada de las Federaciones Departamentales de los Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FDSEA) y las Juventudes Agrícolas (JA).

«No somos unos mendigos, queremos que nuestros productos sean pagados a un precio justo», reclamó Patrick Etchegaray, presidente de la FDSEA en Euskal Herria y vicepresidente de la FDSEA de Pirineos Atlánticos. «Las ayudas están bien, pero no es esto lo que nos permitirá vivir, sino que se aumenten los precios», reiteró Etchegaray.

Explicó que el problema de la carne es semejante al del sector lácteo y recalcó que todos ellos piden resultados, no promesas. «La ayuda anunciada por el ministro de Agricultura, Stephane Le Foll, es una medida más a la ya prometida en febrero y que jamás se ha aplicado», criticó.

 

«Soluciones duraderas»

Por su parte, Euskal Herriko Laborarien Batasuna (ELB) pidió «soluciones duraderas» al Gobierno de Françoise Hollande para hacer frente a la crisis. Según el sindicato, la ayuda permitirá a algunos agricultores «pedir nuevos préstamos», pero «nada para salir de la crisis de manera permanente».

De esta manera, propuso varias medidas y señaló que la Política Agrícola Común (PAC) debería repartir las ayudas de otra manera «para impulsar el empleo y la agricultura local, para que los ciudadanos puedan tener productos de calidad a precios razonables». Además, Euskal Herriko Laborarien Batasuna cree que «los precios de la carne y el lácteo deberían de depender de los gastos de producción».