Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Sólo química»

La comedia almodovariana en versión adolescente

Otra comedia llena de sinsentidos e incongruencias, que se suma a esa tendencia del género que se pretende comercial, y que cuando va dirigido al público adolescente se convierte en un puro desatino. A Alfonso Albacete se le ve perdido sin su codirector David Menkes, ya que sigue anclado en el estilo de humor de los años 90, intentando que ahora guste a los jóvenes actuales.

El reparto almodovariano, así como el tratamiento de la homosexualidad desfasado en función de ciertos signos externos ligados al ambiente de la noche, quedan ya bastante fuera de lugar. Aunque en “Sólo química” es difícil encontrar algún elemento que encaje, y menos aún en el apartado del casting, que no hay por donde cogerlo. Ya empezamos mal, cuando la protagonista se comporta como una quinceañera adicta al fenómeno fan, a pesar de que la actriz Ana Carlota Fernández debe tener cumplidos los 26. Su emparejamiento con Alejo Sauras es de traca, pues se pasa toda la película pensando que es gay porque es un buen amigo de sus amigas (sic). ¿Quién se va a creer a este actor televisivo haciendo de psicólogo?”. En cambio, con el modelo argentino Roberto Guirau, más que una sorpresa se lleva una decepción, al descubrir que los profesionales de la belleza se mueven por intereses a la hora de hacer públicos sus romances. ¿En que mundo vive esta chica? Será que no ve la televisión.

Los secundarios están, aún si cabe, peor. Incluso los que normalmente actúan bien, al ver su papel reducido y aligerado se limitan a cumplir. Y no digo nombres, porque la culpa es de la dirección y el guión que son más previsibles que las series televisivas para esa misma franja de edad. Si lo que querían hacer es un nuevo “Pretty Woman” de andar por casa, con la dependienta de perfumería que sueña con el galán que anuncia la fragancia de moda, no han pasado ni del umbral.