Ramón SOLA
DONOSTIA

Donostia se une al capote a los toros de Bilbo y Gasteiz

La recuperación de las corridas de toros es la novedad principal de la próxima Aste Nagusia de Donostia, y como ocurría ya en Bilbo y Gasteiz llega facilitada por el dinero público. EH Bildu denuncia que las tarifas de Ilunbe se han rebajado a la mitad en este caso, como ha sido norma con los ayuntamientos del PP en Gasteiz, mientras en Bilbo el apoyo se ha plamado mediante la compra masiva de entradas. EH Bildu insta al alcalde, Eneko Goia, a explicarse.

Mientras el vuelco electoral hacia la izquierda en el Estado español está haciendo que ayuntamientos grandes replanteen la celebración de las corridas de toros, Donostia se convierte en la única excepción en sentido contrario: el jueves 13, y al parecer con Juan Carlos de Borbón como asistente de honor, Ilunbe abrirá las puertas cerradas a esta actividad hace tres años, con la llegada de Bildu a la Alcaldía.

El Gobierno del PNV-PSE intenta hablar lo menos posible de un tema que ha sido recuperado a velocidad de vértigo pese a que desde 2012 no se ha apreciado ninguna demanda ciudadana relevante en este sentido, y a que de hecho las últimas ediciones de la feria contaron con muy poca asistencia. El equipo de Eneko Goia intenta presentar la cuestión como una actividad meramente privada, pero para facilitar la rentabilidad del evento, como ha ocurrido ya en Bilbo o Gasteiz, el Ayuntamiento también ha puesto de su parte. Según denunció ayer EH Bildu, las tarifas de uso de Ilunbe se han reducido a la mitad, de modo que organizar una corrida de toros cuesta el 50% de lo que supone promover un concierto, por ejemplo.

La empresa Chopera dejó claro desde el primer momento que este tipo de facilidades eran necesarias para retomar las corridas. Dada la apuesta política indudable que subyace tras esta decisión, a Donostia era necesario traer ganaderías caras y toreros con caché elevado, y será preciso también que las gradas muestren una concurrencia importante. A tal fin se ha puesto en marcha una política de descuentos potentes, como el 25% para los abonados de los últimos quince años o entradas a solo diez euros para menores de 25 años. Pese a ello, ver los toros continúa siendo una actividad cara (de 140 a 15 euros para público general, y de 60 a 25 para discapacitados).

Las tarifas de saldo ya son una realidad hace años en Gasteiz, donde el Ayuntamiento de Javier Maroto cobró a la promotora taurina solo 6.000 euros de tasa para toda la feria cuando el canon fijado en el Iradier Arena era de 4.000 al día.

En Bilbo, donde el fallecido Iñaki Azkuna era un firme y declarado impulsor de los toros, en 2013 el Ayuntamiento llegó a gastarse 80.000 euros en entradas que luego repartía a concejales y jubilados, con la intención añadida de mejorar el aspecto de los tendidos de Vista Alegre. Iruñea es la excepción; la plaza sigue estando llena prácticamente los ocho días de corridas sanfermineras sin necesidad de colaboración pública.

El colectivo ecologista Eguzki pregunta, en este contexto, cuál ha sido la cantidad abonada por Chopera para colocar en las marquesinas de la ciudad publicidad de esta feria (por cierto, recuerda, «marginando totalmente al euskara»). Añade que está utilizando dependencias del Kursaal para vender entradas y recuerda que «es la empresa que ‘regaló’ un agujero de 29 millones a los donostiarras».

Dieciocho preguntas

Además de denunciar la rebaja de tarifas, EH Bildu reclama al alcalde, Eneko Goia, que explique de una vez su opinión al respecto, ya que la ciudadanía tiene derecho a conocerlo. Se han trasladado a los dos partidos del equipo de gobierno hasta dieciocho preguntas sobre este tema que están sin respuesta.

Una de ellas es si el primer edil del PNV considera que en vísperas de que Donostia ejerza como Capital Europea de la Cultura es una buena «tarjeta de visita» que se celebren «actividades que constituyen maltrato animal dentro de los espacios públicos de la ciudad», según dijo la portavoz de EH Bildu, Amaia Almirall. La plataforma Donostia Antitaurina Orain! ha convocado para el domingo una manifestación de protesta, a las 18.00 desde el Boulevard.