Pilar Corraleño y Antón Alt
Sindicalistas de ESK-Emergentziak
KOLABORAZIOA

¿Preparados para una emergencia médica?

Una emergencia médica es una situación que ocurre sin previo aviso, y en la que está en peligro la vida de la persona y/o la función de algún órgano. Por ello, es de importancia vital la rápida llegada al lugar del incidente.

En Euskadi, todas estas situaciones son gestionadas por el Servicio de Emergencias-Osakidetza, organización surgida en 1994 y que, en un principio, se creó a partir y unida a los Puntos de Atención Continuada (PAC). Así se puede empezar a tratar a la persona afectada antes de llegar al hospital.

Toda llamada recibida en el 112, motivada por un incidente sanitario, es gestionada por el personal de Emergencias.

Los recursos de la red pública de Emergencias-Osakidetza son ambulancias de Soporte Vital Avanzado (SVA) o UVI móviles, cuyo personal está compuesto por un médico o médica, un enfermero o enfermera y conductor o conductora o técnico o técnica en Emergencias Sanitarias (TES). Y un helicóptero.

La UVI que acude a un incidente presta asistencia vital avanzada, sea en el escenario que sea, incluidas situaciones  potencialmente peligrosas para los profesionales. Esta intervención va dirigida a la estabilización y traslado del paciente al hospital donde se continuará con la atención ya iniciada.

Conocer el ratio de habitantes/ambulancia y la distribución de los recursos móviles establecidos es esencial, ya que nos indican si son suficientes para responder a la demanda o son necesarios más recursos.

En Bizkaia, las cuatro UVI cubren una población de 1.144.214 habitantes, quedando parte del territorio alejado de los tiempos recomendados de llegada al hospital de referencia (Encartaciones, Karrantza, Durangoaldea). Estas unidades cubren un alto número de población, por ejemplo, la UVI de Urioste cubre una población aproximada de 278.150 habitantes, estando por debajo del ratio aconsejado para poblaciones entre 100.000 y 500.000 habitantes, que es de 1 UVI/100.000 habitantes.

En el caso de Araba, para una población de 320.032 habitantes y una extensión de territorio considerable, existen dos UVI móviles, ubicadas en Gasteiz y Llodio, estando el resto del territorio sin otra unidad. Para paliar esta carencia se emplean los recursos de los servicios de salud de las comunidades circundantes en caso de necesidad.

La UVI de Laudio es especial por su estratégica ubicación, ya que está en territorio alavés, pero ejerce la mayor parte de su actividad en Bizkaia, con una población total a atender de unos 154.000 habitantes. Abarca municipios tan distantes y dispares como Orduña, con un tiempo aproximado de llegada de 22 minutos, Areatza a 25, Basauri a 15, Etxebarri a 22, Galdakao a 19, Artziniega a 23, Zeberio a 24 minutos.

El caso de Gipuzkoa es el más preocupante. Para una población de 708.631 y una orografía complicada, los recursos existentes son 2 UVI, ubicadas en Arrasate y Donostia. Sus sanitarios pertenecen a Osakidetza, pero los técnicos son de empresa privada. Además, hay otras 2 UVI de empresa privada que están ubicadas en Tolosa y Elgoibar. Este alto grado de privatización en Gipuzkoa no parece coherente cuando desde Osakidetza se presume de ser un Servicio de Salud puntero y, sin embargo, más del 80% del servicio de emergencias en este territorio es concertado.

Cuando se produce un incidente de múltiples víctimas, tristes ejemplos los de Madrid 11M, Galicia: accidente de Renfe en 2013, o cualquier situación con un elevado número de víctimas, es prioritaria la rápida llegada de los recursos. Lo que ocurra durante la primera hora (Hora de oro) puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

La pregunta, sería si disponemos de recursos suficientes para un incidente y podríamos atender la magnitud de una tragedia de estas características, cómo podríamos abordarlo con los recursos que tenemos en la actualidad. La respuesta sería no. No habría en estos momentos recursos suficientes para afrontar la situación, debido al déficit de recursos.

La OMS recomienda una ambulancia medicalizada por cada 120.000 habitantes. Euskadi es la tercera comunidad que menos recursos tiene. Como comunidad autónoma, tenemos en una UVI móvil para 217.287 habitantes (incluyendo las privadas).

En Castilla y León tienen una UVI/113.000 habitantes. Con una población similar hay 23 ambulancias medicalizadas. En Navarra hay 1 UVI/148.368 habitantes, y en Aragón hay un ratio de 1 UVI/156.198 habitantes.

No se puede obviar que existe un grave problema, tanto de déficit de recursos como de estructuración. El modelo de Emergencias-Osakidetza ignora la realidad y es escaso. Es un servicio pequeño y de importancia vital para toda la población, pero está infravalorada y mal estructurada.  

También es primordial la creación y puesta en marcha de más unidades móviles por todo el territorio de Euskadi, integrando en el sistema público de sanidad los recursos y el personal del servicio de Emergencias actualmente privatizados.