GARA
CIUDAD DE GAZA

La mortalidad infantil aumenta en Gaza por primera vez en 50 años

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos advirtió del aumento por primera vez en medio siglo de la mortalidad infantil en la Franja de Gaza, hecho que achacó al bloqueo israelí y a la ofensiva de 2014, en la que fallecieron 511 menores y dañó seriamente las infraestructuras sanitarias. Cerca del 45% de la población tiene menos de 14 años.

La tasa de mortalidad infantil en Gaza subió por primera vez en medio siglo, anunció la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos (UNRWA), que apuntó a los nueve años de bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza como principal causante de la situación.

En 1960, 127 bebés gazatíes de cada 1.000 morían antes de cumplir un año; en 2008, la cifra había caído a 20,2, pero en 2013 (la agencia realiza el conteo cada cinco años), la mortalidad volvió a subir hasta 22,4. Asimismo, el número de bebés que no alcanzaron el mes de vida pasó de 12 por cada 1.000 habitantes en 2008 a 20,3 en 2013.

«La mortalidad infantil es uno de los mejores indicadores de salud de una población», afirmó Akihiro Seita, director del programa Salud de la UNRWA.

«Los progresos en materia de mortalidad infantil no suelen ir en retroceso; una subida de este tipo no parece tener precedentes», añadió, y señaló que «los únicos otros ejemplos» que se le ocurrían eran los de «países africanos que han sufrido epidemias de sida».

«Es difícil determinar las causas exactas de mortalidad de los recién nacidos, pero temo que forme parte de un fenómeno más amplio», continuó. La UNRWA, según el doctor Akihiro Seita, «está muy preocupada por el impacto a largo término del bloqueo sobre las infraestructuras sanitarias, el aprovisionamiento de medicinas y los equipos médicos en Gaza».

Durante el conflicto del verano de 2014, casi la cuarta parte de los 2.200 palestinos que murieron eran niños (511), mientras que un año después de la agresión israelí –la tercera en seis años en Gaza–, siguen constituyendo la mayoría de pacientes tratados por Médicos Sin Fronteras. Cientos de miles necesitan aún tratamiento sicológico.

Al empeoramiento de las condiciones sanitarias se suma la deficiente situación en materia de educación. Además, la ausencia de las ayudas prometidas por los donantes internacionales hace peligrar la vuelta al colegio de 225.000 niños inscritos en las decenas de centros de la UNRWA en Gaza.

La agencia de la ONU ha puesto en marcha una campaña para concienciar sobre «el derecho de los niños de Gaza a soñar».

«Es humillante ver que los niños en Gaza han crecido rodeados de pobreza y conflictos. Sin embargo, no han perdido la esperanza», remarcó Pierre Krähenbühl, comisionado general de la UNRWA.

Médicos israelíes rechazan la alimentación forzosa a un preso en huelga de hambre

El Servicio Israelí de Prisiones (SIP) ordenó ayer por la mañana trasladar de hospital al preso palestino Mohamed Allan, en huelga de hambre desde hace 57 días, por la negativa de los facultativos israelíes a alimentarlo en contra de su voluntad por motivos éticos y legales. Allan, que se encuentra en situación crítica, fue llevado desde el hospital Soroka de la ciudad de Beer Sheva, al de Barzilai, en Ashkelon. Aunque el director de este centro médico, Chezy Levy, rechazó la alimentación forzosa porque contraviene la ética médica, afirmó que llegado el momento harán uso de ella para «salvar la vida» del preso aun en contra de su voluntad.

Allan se encuentra encarcelado bajo el régimen de «detención administrativa», que permite al Estado israelí mantener en prisión a alguien por tiempo indefinido sin notificarle los cargos que se le imputan.

Por otra parte, los servicios de seguridad israelíes liberaron a todos los detenidos el domingo por el incendio de una vivienda palestina en el que murieron un bebé de 18 meses y su padre. «Todas las personas detenidas el domingo para ser interrogadas fueron liberadas», dijo a AFP una portavoz de seguridad interna. La prensa israelí informó sobre una docena de arrestos en las colonias de Adei Ad y Baladim, al norte de Cisjordania. Además del bebé, que murió quemado vivo, y su padre Saad, quien tras días de agonía murió el sábado, en el incendio también resultaron heridos la madre y otro hijo.GARA