La Sociedad de Presos Palestinos informó que Muhammad Allan, de 31 años y abogado, entró ayer por la mañana en coma tras perder la conciencia en el hospital Barzilai de Askhelon, adonde fue trasladado el lunes después de que el domingo los médicos del hospital Soroka, en Beersheba, se negasen a alimentarlo en contra de su voluntad, una medida aprobada por el Parlamento israelí el 30 de julio.

Allan lleva dos meses en huelga de hambre en protesta por la detención administrativa que le impusieron en noviembre pasado. El director del departamento legal de la Sociedad de Presos Palestinos, Jawad Boulous, informó que se encontraba en estado crítico, pero estable, y con ventilación asistida. Asimismo, los médicos comenzaron a suministrarle líquidos por vía intravenosa. El director del centro médico Barzilai permitió ayer a su madre visitarlo en la habitación. Docenas de personas, entre ellas los diputados palestinos Ahmad Tibi y Osama Saadi, se concentraron a la entrada en solidaridad con Allan y exigir su inmediata excarcelación para que «los médicos se puedan concentrar en salvar su vida».

El Servicio de Prisiones israelí declaró el estado de alerta, cerrando todos los pabellones y prohibiendo las oraciones por temor a una oleada de protestas en caso de que Allan fallezca.