Iraia OIARZABAL

MATERNIDAD Y TRABAJO: RETOS HACIA LA PLENITUD DE DERECHOS

Aunque el permiso de maternidad es un concepto socialmente integrado, aún queda mucho por avanzar de cara a que se respeten los derechos de las mujeres, como madres y trabajadoras, sin temor a que sean discriminadas.

El debate sobre la extensión de los permisos de maternidad y paternidad vuelve a estar de actualidad tras el reciente anuncio de la compañía estadounidense Netflix de que ofrecerá a sus empleados un año de baja pagada por este concepto sin hacer distinciones entre hombres y mujeres.

Se trata de una medida que resulta llamativa si tenemos en cuenta que supera con amplitud los permisos que dan los estados alrededor del mundo y, más concretamente en el país de origen de la compañía, EEUU, donde el de maternidad es uno de los más cortos del planeta con 12 semanas (84 días) y sin ninguna remuneración.

Extensión del permiso

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recoge en su último informe sobre la maternidad y la paternidad en el trabajo que el 34% de los 185 países de los que dispone datos al respecto cumple plenamente con los requisitos del Convenio sobre protección de la maternidad y de la Recomendación que lo acompaña en tres aspectos clave: conceden al menos 14 semanas de licencia (98 días), el montante de las correspondientes prestaciones no es inferior a dos tercios de las ganancias anteriores de la mujer y se financian mediante un seguro social o con cargo a fondos públicos.

En la otra cara de la moneda se encuentran las regiones que no cumplen estas condiciones, lo que afecta a una amplia mayoría de los trabajadores del mundo –alrededor de 830 millones– que carece de suficiente protección de la maternidad. Cerca del 80% son de países de África y Asia, algunos de muy escaso desarrollo económico. Malasia y Sudán son los que menos tiempo de permiso ofrecen, con alrededor de ocho semanas.

Los países con los permisos de maternidad más largos se sitúan en Europa. Destacan los datos de economías fuertes como Gran Bretaña (315 días de permiso), Noruega (315), Suecia (240) así como los Balcanes donde Croacia, con 410 días de permiso es el que garantiza un permiso más largo en el mundo. Montenegro, Bosnia y Albania ofrecen 365 días de licencia.

No todos los países de Europa ofrecen permisos tan amplios. Así, el Estado español se ciñe a la recomendación de la OIT con 16 semanas (112 días), al igual que el Estado francés. Grecia e Italia superan ligeramente esta extensión con 17 semanas (119 días) y 22 semanas (154 días), respectivamente. Alemania por su parte concede el mínimo de 14 semanas.

Recientemente, la Comisión Europea ha confirmado que abandona sus planes de aumentar el permiso de maternidad en toda la UE hasta 20 semanas de sueldo completo, con lo que, por ahora, las opciones de mejora se complican.

En América Latina la política de los países a este respecto es desigual. Estás son las licencias más altas con los datos disponibles de la OIT: Venezuela con 26 semanas (182 días) de permiso y un salario del 100%, Chile y Cuba ambos con 156 días y el 100% del salario, Brasil y Costa Rica con 120 días y el 100% de la paga y Colombia con 98 días y el salario completo. Por detrás en la cola se quedan Argentina, Bolivia y Perú con 90 días de permiso. Un escalón más abajo se encuentran Paraguay, Ecuador, Mexico, Uruguay, El Salvador, Honduras y Nicaragua con 84 días. El país de la región con menos días de permiso es Puerto Rico, con 56.

Prestaciones económicas

Otra cuestión a tener en cuenta es el salario que las trabajadores reciben en esos países durante el permiso de maternidad. Según el Convenio de la OIT, la prestación debe tener una cuantía equivalente al menos a dos tercios de las ganancias anteriores y prolongarse como mínimo durante 14 semanas. El principio rector general es que la cuantía debe establecerse en un nivel «que garantice a la mujer y a su hijo condiciones de salud apropiadas y un nivel de vida adecuados».

Partiendo de este principio, los países utilizan diversos métodos para fijar el nivel de prestaciones. Hay quienes pagan la prestación durante toda la duración de la licencia, algunos reducen su nivel durante la licencia y otros conceden remuneración obligatoria solo a algunas categorías de trabajadoras. Por ejemplo, en Gran Bretaña seis semanas son abonadas con un 90% del salario, de la semana siete a la 39 se paga algo menos y partir de la semana 40 no se remunera.

Croacia ofrece el 100% del sueldo hasta los seis meses (luego da una ayuda) y en Noruega, se paga el 100% del salario si se cogen 35 semanas o el 80% si se cogen las 45 semanas que ofrece. Suecia ofrece un 80% del salario anterior durante todo el periodo.

Llama la atención el caso de EEUU, la primera potencia económica mundial, que no ofrece remuneración alguna durante las 12 semanas de permiso que contempla.

Retos pendientes

A pesar de los avances registrados en algunos países, la OIT considera que aún son muchos los retos pendientes en esta materia a fin de lograr que la maternidad no sea motivo de discriminación en el empleo. De hecho, apunta a que la exclusión puede darse no solo tras la maternidad de una trabajadora sino previamente a ella, en la misma contratación.

«Resulta muy difícil determinar el alcance de los despidos y la discriminación en el empleo por razón de la maternidad, y los estudios en la materia son limitados. Sin embargo, la información procedente de causas judiciales, órganos encargados de velar por la igualdad de oportunidades, sindicatos y otras fuentes indica que la discriminación es un problema constante en todo el mundo», señala el informe.

Ante ello, el organismo plantea una serie de medidas de protección que eviten este tipo de situaciones. Entre ellas destaca la garantía del derecho a reincorporarse al mismo puesto de trabajo o a un puesto equivalente con la misma remuneración una vez agotado el permiso de maternidad.

Otra medida es la carga de la prueba, que establece que «incumbirá al empleador» la carga de probar que los motivos del despido de una empleada no están relacionados con el embarazo, el nacimiento de un hijo o la lactancia. Solo el 38% de los países de los que se tiene información cuentan con disposiciones legales que sitúan la carga de la prueba en los empleadores.

Asimismo, la organización aboga por abordar el tema desde una perspectiva más amplia, empezando por tratar la maternidad, la paternidad y el cuidado como responsabilidades colectivas. También propone promover la distribución equitativa de las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres, así como medidas destinadas a lograr un cambio de comportamiento que promueva la función de cuidado del hombre. Unos cambios que considera han de promoverse desde instancias públicas y desde los mismos centro de trabajo en pro de una cultura más igualitaria.

 

Europako iparraldea, aitatasun baimena bultzatzen aitzindari

Amatasun baimenaz asko hitz egiten den arren, batik bat zaintza lanak oraindik ere emakumeen gain erortzen direlako nabarmen, aitatasun baimenaren inguruan ez da horrenbeste eztabaidatu. Arestian aipatutako Netflix enpresaren kasuak mahai gainean jartzen du auzia, baimena ezartzeko garaian emakume eta gizonen arteko ezberdintasunik egiten ez duen heinean. Hala, Europako iparraldeko herrialdeetara begiratuz gero, aitatasun baimena bultzatzen aitzindariak direla ondoriozta daiteke. Adibide batzuk jartzearren, Norvegiak bi aste eskaintzen dizkie gizonei, nahiz eta hainbat lan esparrutako hitzarmenetan baimena hamalau astekoa izatera irits daitekeen. Islandiak aldiz 90 egun eskaintzen ditu, Suediak 70 eta Finlandiak 54. Gainerako herrialdeetan baimena 10 eta 15 egun inguruko da. Amerikan, berriz, AEBetan emakumeena eta gizonena berdina da, 84 egunekoa, eta, Hego Amerikan, 14 eta 8 egun bitartekoa da gizonena.

Lanaren Nazioarteko Erakundearen arabera, aitatasun baimena partekatutako eskubide bezala ulertzen da normalean, eta, kasurik gehienetan, emakumeak erabiltzen du. Hala, azaltzen duenez, baimen hori ordaintzen ez denean are nabarmenagoa da gizonen artean egiten den erabilera eskasa. Horren aurrean, parekidetasuna bultzatzeko bidean, laneko eta familiako ardurak banatzeko eta kontziliazioa errazteko neurriak hartzera deitzen du erakundeak, esaterako, aitatasun baimenen arloan pizgarri ekonomikoak eskainiz.I.O