Joseba VIVANCO
Athletic

Con derecho a soñar

Los rojiblancos, con la duda de Mikel San José, quieren jugar hoy «como si no hubiera habido otro partido antes», avanza Valverde.

«Espartanos, preparad el desayuno, y alimentaos bien, ¡pues esta noche cenaremos en el infierno!». (Leónidas, en ‘‘300’’)

El Athletic se juega esta noche mucho. Nadie lo duda. Un título, quizá menor para algunos, pero para un club como el bilbaino, con su filosofía, su personalidad, su forma de vivir, no solo alzar una copa sino arrebatársela al mismísimo Barcelona sería a nivel internacional como reescribir aquel titular tan recurrente de ‘‘L´Equipe’’ de un equipo único en el mundo, volver las miradas del planeta fútbol a un club con una idiosincrasia propia y única en un balompié mercantilizado. «La Supercopa, si se gana, va a significar mucho, pero mejor hablar después de que suceda. Para el Barcelona es un título más, pero no como la Champions o la Liga, y para nosotros lo es todo», lo sintetizaba ayer Ernesto Valverde. Después de tanto tiempo sin lograr uno, y vistos los más recientes precedentes, como diría el gran escritor argentino Roberto Fontanarrosa, «se aprende más en la derrota que en la victoria, pero… ¡Prefiero esa ignorancia!». Y el Athletic ha aprendido de sus últimas finales perdidas y por eso goleó 4-0 al Barça y por eso esta noche confiamos en volver a ver ese Athletic más maduro al que no le tiemblen las piernas.

«No hay vértigo, pero sabemos que el Barcelona es un equipo que te puede hacer cuatro o cinco ocasiones claras y que por supuesto van a ir a por todas», se mostró ayer cauto Valverde, que desveló que Mikel San José es seria duda, al acabar tocado el viernes, y no descartó cambios «porque quiero un equipo fresco de cabeza y de piernas» e incluso a Williams en la convocatoria. Sin miedo y con la actitud de «jugar el partido como si no hubiera habido otro antes». Y apuntó: «Ya no miramos atrás, ya está hecho, sobre todo porque todo eso que has conseguido puede quedar en muy poco. Queremos que ese marcador signifique mucho, no para la historia, sino para conseguir un título».

Txingurri no desveló con qué intención de juego saltará su equipo al Camp Nou, si irá a la presión o jugará con la ventaja del 4-0. «No vamos a mirar ni el tiempo ni el marcador, según vaya el partido lo administraremos, pero vamos a por todas», dejó claro el técnico. Opinión en la que coincidió uno de los protagonistas de la ida, San José, para quien «no somos un equipo de jugar con el resultado, vamos a hacer nuestro trabajo, que es hacer que se sientan incómodos, que el balón no les fluya y que no hagan tantas ocasiones».

Hay ilusión, no miedo, dicen, ni presión paralizadora. Pero sí cautela. «Si marcamos uno no es definitivo, un equipo que te mete 5 te puede meter 6, nuestro objetivo es ganar el partido y así conseguir el título», añadió el entrenador. «Tenemos que dejarlo todo para traer el título aquí. Tenemos que ser superiores, será muy complicado porque son capaces de levantarlo, pero vamos sin miedo a hacer nuestro partido y sabiendo que haciendo las cosas bien nos venimos con la copa», sostuvo el navarro, para el que frente al ansia de remontada culé, deja claro que «más energía que la que tenemos nosotros es complicado que ellos la tengan, porque nos vamos a dejar la vida allí».

En resumidas cuentas, que como resumió Valverde cuál va a ser la actitud de los leones, «vamos a jugar el partido como si no hubiera habido otro antes». Y como si no hubiera mañana. El día se va a hacer muy largo en Bilbo, Bizkaia, en cada rincón athleticzale. Y la noche se espera que más. «Nos hemos ganado el derecho a soñar», lo ilustró ayer Mikel San José. Soñemos.

 

El último título vasco, en 1987; luego, siete finales perdidas

1984, hace 31 años el Athletic alzaba su último título. Pero el fútbol vasco de clubes sigue igualmente huérfano de títulos desde hace mucho, demasiado tiempo. Fue el 27 de junio de 1987 cuando la Real Sociedad se imponía en la tanda de penaltis al Atlético de Madrid para hacerse con el trofeo de Copa, tras un 2-2 al término del tiempo reglamentario, goles de López Ufarte y Txiki Begiristain. Fue en La Romareda y desde entonces, cada vez que un equipo vasco se ha presentado en una final se ha venido de vacío. Es más, al año siguiente, los donostiarras cayeron ante el Barcelona en otra final copera por 1-0, solitario gol del exrojiblanco Alexanko.

El Athletic sabe de lo que hablamos, lo ha vivido en carne propia, tres finales de Copa y una de Europa League desde aquellos últimos entorchados de los años ochenta con Javi Clemente. Pero no ha sido el único en tocar el cielo con los dedos y caer de golpe a los infiernos. En 2001, el ‘Glorioso’ Alavés jamás olvidará aquella noche en Dortmund. Un tanteador inverosímil, 5-4, ante todo un Liverpool. Como para olvidarlo. Como para olvidar aquel 4-4 que puso en el marcador Jordi Cruyff en el minuto 88. Sin uñas, con los padrastros a flor de piel no solo entre la afición babazorra sino entre todos los amantes de fútbol en Euskal Herria, los de José Manuel Esnal Mané cayeron en el fatídico ‘gol de oro’. Inenarrable la desolación de aquel equipo.

El otro club en sentir las hieles de una final fue Osasuna, en Copa, ante el Betis, en el Vicente Calderón, en 2005, 2-1 en la prórroga, haciendo inútil aquel gol del australiano Aloisi.J.V.

 

Luis Enrique: «Veo a todos convencidos no, convencidísimos.Ya pasamos el luto»

«La temporada pasada hicimos 18 partidos en los que marcamos 4 o más goles». Luis Enrique, el técnico azulgrana, se agarra a la estadística, se agarra a la épica al sostener que «la remontada es un reto que está al alcance de un equipo de esta magnitud. Sería pretencioso decir que lo conseguiremos, pero lo intentaremos sin lugar a duda» y se agarra a que cometieron demasiados errores en la ida para justificar que «he analizado el partido en San Mamés y, para mí, no es un partido de 4-0. Penalizamos mucho los errores y no es normal fallar tantas ocasiones. El Athletic aprovechó errores nuestros muy graves». Y añadió: «En San Mamés perdimos todos, yo a la cabeza como máximo responsable».

Los culés realizaron ayer su última sesión preparatoria previa al partido de hoy, y por sala de prensa pasó el asturiano y uno de los capitanes, Javier Mascherano, para quien el Barça hizo «un mal partido en San Mamés», pero que el resultado fue «exagerado» para lo que se vio sobre el terreno de juego.

«Todo será difícil. En la situación en la que estamos no nos podemos permitir recibir goles. Debemos ser capaces de marcar 4 o más goles pero también de dejar la portería a cero. Si nos marcan tendremos que hacer seis goles y eso ya son palabras mayores», asumió Luis Enrique, que no duda de que dar la vuelta a la eliminatoria es factible. «El estímulo es conseguir una remontada que nunca nadie ha hecho, con las dificultades que esto conlleva. Intentaremos cambiar la cara de todos los culés y pasar una buena noche», abogaba.

Del Athletic espera lo mismo que hizo en el nuevo San Mamés. «Viendo un poco lo que hicieron en la ida y el resultado que les dio, me imagino que intentarán repetir lo mismo. Siempre que hemos jugado contra ellos nos han presionado arriba y nos han dejado pocos espacios. Creo que mañana seguirán siendo fieles a su estilo», afirmó Lucho.

El Barça vela armas y pondrá todo su potencial en liza, con Piqué, Rakitic, Busquets... Quiere convencerse de la remontada. «No veo a los jugadores convencidos, sino convencidísimos. Todos. Ya pasamos el luto», sostenía Luis Enrique.J.V.