Cemil Bayik, histórico dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), reconoce la existencia de conversaciones secretas con Washington y pide a EEUU que medie en las negociaciones con Turquía.

En una entrevista con el diario británico “The Telegraph”, Bayik rechaza la idea de un alto el fuego unilateral en los enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad turcas, que se han saldado oficialmente con la muerte de 20 policías y soldados y de varios centenares de milicianos kurdos.

Pese a ello, anuncia que el movimiento kurdo aceptaría un alto el fuego que contara con las garantías de EEUU. «Hay mensajes, encuentros, cartas, que podrían desarrollarse más», apostó, para reiterar su llamamiento a EEUU a que «medie en la situación entre nosotros y Turquía. Si nos dan garantías, aceptamos el papel. Si no hay garantías, no podemos dar pasos unilaterales», recalca Bayik, uno de los fundadores del PKK y por tanto voz autorizada de la lucha del pueblo kurdo.

Bayok acusa al presidente turco, Recep Tayip Erdogan, de dinamitar el proceso de paz por motivos electorales y reitera las condiciones del PKK para recuperar el diálogo: el fin de los bombardeos, que acabe el aislamiento de su líder, Abdullah Ocalan, y el fin de las redadas contra los kurdos.

En esa línea, tras destacar que EEUU está en buena situación para mediar en el conflicto y tras recordar que el mundo ve al PKK como el ariete contra el Estado Islámico (ISIS) y como defensor de la democracia, la libertad y los derechos de la mujer, Bayik advierte a Washington de que «si sigue respaldando las políticas de Turquía es posible que pierda a los kurdos. Y si pierde a los kurdos, será difícil derrotar al ISIS» concluye.

El ISIS, Ankara y los kurdos

El ISIS ha hecho público un vídeo en el que un yihadista turco acusa a Erdogan de rebelarse «contra Dios» y de haber abierto el suelo turco «a los cruzados», es decir, a Estados Unidos, por lo que insta a los musulmanes a rebelarse y a conquistar la ciudad de Estambul.

El ISIS acusa a Ankara de colaborar además con ateístas y con el PKK, y vaticina que si las cosas siguen así, el este de Anatolia será tomado por el PKK y el oeste por EEUU.

Presionado y criticado por Washington por utilizar su anunciada campaña militar contra el ISIS para debilitar a los kurdos, el Gobierno turco ha descartado públicamente que vaya a compartir información de inteligencia con el Partido de la Unión Democrática (PYD) –el principal partido de Kurdistán Occidental– para ayudar a las milicias del YPG contra el ISIS.

Washington y Moscú avalan una estrategia de transición para la paz

El Consejo de Seguridad avaló unánimemente una iniciativa para favorecer una transición política en la guerra siria acogida con escepticismo por las partes en conflicto.

El consenso entre EEUU y Rusia ha sido posible por la no mención al problema de fondo: el papel y destino del presidente, Bashar al-Assad. También han influido la constatación del cansancio de las partes en guerra, la urgencia ante la amenaza del ISIS y el reciente acuerdo entre EEUU e Irán.

Con la única reserva de Venezuela –que terminó votando a favor–, el Consejo de Seguridad apoya el lanzamiento de un proceso para el «establecimiento de un cuerpo dirigente transitorio inclusivo y con plenos poderes». Este organismo «debería estar formado sobre la base de un consentimiento mutuo que asegure la continuidad (del funcionamiento) de las instituciones gubernamentales».

La iniciativa, que debería arrancar en setiembre, contempla la creación de cuatro grupos de trabajo. Haytham Manna, un opositor que ha participado en las consultas, aseguró que ya habría comenzado la selección de las personas cualificadas (de ambos bandos) para formar las comisiones. Basado en el acuerdo Ginebra I, Rusia saludó el carácter constructivo del plan, acogido con escepticismo por los expertos. Damasco insiste en que lo primordial es la lucha «antiterrorista». La Coalición Siria (oposición en el exilio) exige como condición previa la salida de Al-Assad. GARA

Damasco acusa a la ONU de «parcialidad»

El Gobierno de Damasco acusó al enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, de «falta de neutralidad en el ejercicio de sus funciones» por unas declaraciones en las que condenó un bombardeo gubernamental contra un mercado en las afueras de la capital.

Una fuente del Ministerio sirio de Exteriores dijo a la agencia de noticias Sana que las palabras de De Mistura «se alejan de la objetividad y de los hechos y se basan en partes que son conocidas por su hostilidad a Siria», en referencia a la oposición y a los rebeldes. Esta fuente no niega en ningún momento la autoría del ataque sino que urge a la ONU a condenar los ataques rebeldes contra Alepo, Latakia y Deraa y «las masacres perpetradas por organizaciones terroristas como el Frente al Nosra, Daesh (acrónimo en árabe del ISIS) y el resto de grupos de Al Qaeda en Siria».

«Que un Gobierno golpee mercados civiles abarrotados y mate a casi un centenar de sus propios ciudadanos es inaceptable bajo cualquier circunstancia», sentenció De Mistura. GARA