Joseba SALBADOR
DONOSTIA

Siete de cada diez pensionistas cobran menos de mil euros al mes

Casi el 70% de los 660.000 pensionistas vascos no llega a cobrar mil euros al mes, una cantidad que se considera como ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas. De esos 454.000 pensionistas, además, 312.163 (casi la mitad del total) no llegan a los 648,6 euros en los que se ha establecido el Salario Mínimo Interprofesional para 2015, una cifra preocupante sobre todo porque en solo un año ha aumentado un 22,3%.

El Instituto Nacional de la Seguridad Social español ha hecho públicos esta semana los datos sobre pensiones a fecha de 1 de agosto, que vuelven a reflejar que los pensionistas vascos son los que perciben la mayor retribución media de todo el Estado, con 1.080 euros al mes, frente a los 888 euros del conjunto del Estado, toda vez que son los que mayores cotizaciones sociales realizan a través de sus nóminas.

Esta pensión media, que respecto a agosto de 2014 ha aumentado un 2,1%, incluye tanto las prestaciones por jubilación como por incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares. Las pensiones de jubilación son las que acaparan el mayor porcentaje, con el 63,5%, y suponen una media de 1.236 euros al mes.

Estas estadísticas, sin embargo, esconden otra realidad, como es la del elevado porcentaje de pensionistas que no llega a los mil euros al mes, una cantidad considerada como ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas.

Según datos aportados por la asociación Pentsionistak Martxan de Bizkaia, de los 660.000 pensionistas que hay actualmente en Hego Euskal Herria, 454.064 no llega a esos mil euros, lo que supone el 68,8%. De ese número, además, 312.163, esto es, casi la mitad del total de pensionistas (el 47,2%), cobra por debajo de los 648,6 euros en los que se ha establecido el Salario Mínimo Interprofesional para 2015.

En concreto, el tramo de ingresos que concentra la mayor cantidad de pensionistas es el que va desde los 350 hasta los 600 euros, con un total de 253.443 personas (el 38,4%).

Otro dato preocupante es el de que el grupo de pensionistas que no llega al SMI ha aumentado de forma notable en el último año, ya que en agosto de 2014 se cifraba en 255.240, lo que refleja un aumento del 22,3%.

Revalorización del 0,25%

Esta situación se produce después de que el Gobierno español hubiese decretado una revalorización de las pensiones del 0,25% para este año, lo que en Euskal Herria supone una media de 2,67 euros (1,82 euros en las de viudedad).

Las asociaciones de pensionistas denuncian que esta revalorización se haya fijado independientemente de cuál sea el crecimiento del IPC y que no es coherente con el escenario de recuperación que promulgan las distintas administraciones públicas.

Junto a ello, denuncian que la congelación de las pensiones que se viene produciendo desde la reforma de 2011 y que se prolongará hasta 2019 provocará una pérdida del poder adquisitivo del 14,5%.

Según datos aportados por el sindicato LAB, la subida del 0,25% no sirve para hacer frente a la carestía de los productos básicos diarios, como la subida de la luz, los alimentos, el copago y la obligación de pagar el 100% en más de 420 medicamentos.

Se reabre el debate sobre la rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social

La difícil situación por la que atraviesa el colectivo de pensionistas vuelve a suscitar el debate sobre la necesidad de mantener las bases de cotización a la Seguridad Social con el fin de mantener el nivel de las retribuciones, sobre todo después de las sucesivas prórrogas en la «tarifa plana» para la contratación indefinida, que permite que las empresas o autónomos que contraten un nuevo trabajador de forma estable solo coticen a la Seguridad Social por contingencias comunes 100 euros al mes durante los primeros 24 meses.

Este tipo de medidas, que han provocado una disminución de ingresos en la Seguridad Social de 300 millones al mes respecto a 2011 –pese a haber un número similar de cotizantes–, ha sido rechazada por los sindicatos vascos. LAB considera que la solución «no está en la bonificación de la contratación indefinida, sino en la persecución del fraude en la contratación». Para este sindicato no tiene sentido rebajar las cotizaciones a la Seguridad Social, teniendo en cuenta que el futuro de las pensiones depende de ellas.

Según expertos como el profesor de la UPV-EHU Mikel de la Fuente, el objetivo de rebajar las cotizaciones no es otro que reducir los costes laborales y tratar así de ganar competitividad, aunque ello acarreará un grave problema para el mantenimiento del sistema. Además, cuanto menores sean los sueldos y mayor sea el paro, las cotizaciones seguirán siendo más reducidas.

A juicio de este experto, lo que hay que conseguir es que la base de cotización no sea el salario, sino que se incorporen los beneficios empresariales, ya que durante la crisis económica los excedentes empresariales han seguido creciendo y, por tanto, hay margen para ello. J.S.