La Policía impidió ayer la marcha emprendida por electos kurdos hacia la ciudad de Cizre, bloqueada por las fuerzas de seguridad turcas, que han impuesto un toque de queda bajo el que hace una semana llevan a cabo una operación que se ha cobrado ya varias víctimas civiles. Los electos, entre ellos el líder del partido prokurdo HDP Selahattin Demirtas, habían partido a pie la víspera de una localidad cercana, después de que sus vehículos fueran interceptados por el Ejército turco.

A veinte kilómetros de la Cizre las fuerzas turcas les impidieron el paso «para garantizar su seguridad», según el ministro turco del Interior, quien confirmó el mantenimiento del toque de queda. Aseguró que los enfrentamientos han dejado más de 30 muertos entre los guerrilleros del PKK, así como un civil.

Pero el HDP denunció la muerte de 21 civiles, entre ellos varios menores en los combates, en los que el Ejército está utilizando francotiradores.

Un diputado que se encuentra en el interior señaló que solo en la noche del jueves murieron ocho civiles. El partido de izquierdas prokurdo ha denunciado también la degradación de las condiciones de vida de los 120.000 habitantes, con graves problemas de alimentación, acceso al agua y servicios de sanidad y alertó de la amenaza de una masacre de civiles. «No es posible salir a comprar el pan, el agua corriente desaparecerá pronto y no hay electricidad», explicó Demirtas.

«En Cizre, 120.000 personas han sido secuestradas por el Estado durante una semana», afirmó, comparando la ciudad con una «Kobane turca», en alusión a la localidad kurda asediada hasta enero por el Estado Islámico. La ofensiva contra el PKK, respondida por la guerrilla con varias acciones contra fuerzas de seguridad, ha elevado la tensión en numerosas ciudades, en las que el HDP y ciudadanos kurdos se han convertido en objetivo de ataques y linchamientos. Demirtas acusó al Gobierno de provocar estos ataques con intereses electorales.

Por su parte, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, aseguró que los bombardeos contra posiciones del PKK «están dando resultados» y prometió que continuarán, tanto en Turquía como en Irak..