Las autoridades turcas anunciaron que hoy levantarán el toque de queda en Cizre, ciudad kurda bloqueada hace ocho días para intensificar la lucha contra el PKK, pero en la que las fuerzas turcas han causado numerosas víctimas civiles. La medida debía entrar en vigor a partir de las 4.00 GM, según la oficina del gobernador de la provincia de Sirnak, que sostuvo que «nuestras fuerzas de seguridad han realizado una operación exitosa contra miembros de una organización terrorista separatista». Pero fuentes kurdas denunciaron que los muertos civiles son más de una veintena, y que bajo el toque de queda, los cerca de 120.000 habitantes de Cizre carecen de agua, luz, y alimentos básicos, y ni siquiera han podido enterrar a sus muertos.

El presidente del partido prokurdo HDP, Selahattin Demirtas denunció que en la práctica, las fuerzas turcas han aplicado «la pena de muerte» a quienes salieran a la calle y que los francotiradores mataron a varios menores. Durante una semana el Ejército ha actuado sin testigos y la Policía no ha permitido el acceso a los diputados del HDP, acampados a 28 kilómetros de Cizre y que se proponen inspeccionar la situación hoy.

Amaiur

Desde Euskal Herria, Amaiur ha solicitado al Gobierno español la retirada de su embajador en Turquía, y a los Estados europeos que presionen a Ankara con la misma medida con el fin de que «cese de inmediato la masacre que está cometiendo contra el pueblo kurdo».