GARA
SANA’A

Al menos 131 muertos en el ataque a una boda en Yemen, imputado a Riad

El bombardeo de una boda en una de las provincias de Yemen que controlan los insurgentes hutíes mató al menos a 131 personas, la mayor matanza en este conflicto, que fue imputada a la coalición que dirige Arabia Saudí, si bien Riad negó toda responsabilidad.

El bombardeo de una boda en Yemen que acabó con la vida de 131 personas, entre ellas mujeres y niños, fue imputado a la coalición que lidera Arabia Saudí, aunque esta negó toda responsabilidad. El ataque, ocurrido el lunes en Wahijah, cerca de la localidad de Mokha, controlada por los rebeldes hutíes, es el más sangriento contra civiles desde que comenzó la intervención militar de las monarquías del Golfo en Yemen.

El portavoz del Alto Comisariado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, afirmó que «si estas cifras son tan elevadas, podría ser el incidente más mortífero desde que comenzó el conflicto».

Habitantes de la localidad bombardeada afirmaron que la matanza fue causada por un ataque aéreo de la coalición que apoya al presidente Abd Rabbo Mansour frente a los rebeldes chiíes. El portavoz de estos, Mohamed Abdessalam, denunció «un crimen cometido por la aviación de la agresión saudí», y acusó a la ONU de alentar con su silencio estas operaciones contra civiles.

Sin embargo, la coalición aseguró que «no ha llevado a cabo ataques aéreos estos tres últimos días en la región». Su portavoz, el general Ahmed Al-Assiri, afirmó que las informaciones que les imputan el bombardeo son «totalmente falsas» y añadió que la coalición «admite siempre sus errores si los comete». «Es un montaje de los hutíes», indicó otra fuente de la coalición a AFP. No es la primera vez que la alianza que agrupa a las monarquías del Golfo es acusada de haber cometido una matanza con sus ataques. En agosto murieron 17 civiles en el bombardeo a una fábrica de embotellado de agua en la provincia de Hajja y en julio, otros 65 en viviendas de trabajadores de una central eléctrica en Mokha.

El pasado domingo, al menos 28 civiles murieron y otros 17 resultaron heridos en otro bombardeo de la coalición sobre una población situada cerca de la frontera yemení con Arabia Saudí. La ofensiva comenzó en marzo para parar la progresión de los hutíes e impedirles hacerse con todo el país, después de que se hicieran con el control de varias provincias y de la capital. Tras recuperar cinco provincias del sur, la coalición inició a mediados de setiembre una ofensiva terrestre en la provincia central de Marib, donde ha agrupado hombres y armamento proveniente de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, con la vista puesta en una operación en dirección a Sana’a.