GARA
GASTEIZ

EH Bildu pide soberanía frente a la fiscalidad «fracasada» de PNV y PSE

La coalición ve «incomprensible» que sea el modelo fiscal de Bizkaia, «el que ofrece peores resultados», el que el PNV ponga como base del sistema y que suprima el impuesto de la riqueza, «que ha posibilitado mejorar las cifras de recaudación en Gipuzkoa».

EH Bildu advirtió el viernes en el Parlamento de Gasteiz del «fracaso de la política fiscal aplicada y consensuada por PNV y PSE» e insistió en que es urgente que las instituciones vascas dispongan de soberanía plena también en esa materia para satisfacer correctamente las necesidades de la sociedad vasca.

La parlamentaria Leire Pinedo reivindicó la competencia plena sobre el conjunto de la política fiscal, incluidos el IVA y los impuestos especiales, para poder diseñar todo el sistema impositivo vasco. Por ello, instó al Gobierno de Iñigo Urkullu a aclarar sus intenciones al respecto, «pero la respuesta del consejero de Hacienda –constató– ha dejado claro que en Lakua no tienen ni propuestas ni modelo para dar pasos en esa dirección».

Pinedo consideró incomprensible que sea el modelo fiscal de Bizkaia, «el que ofrece peores resultados», el que el PNV ponga como base del sistema y que, en cambio, se suprima el impuesto de la riqueza que ha posibilitado mejorar la recaudación en Gipuzkoa. «El resultado de esa política compartida por PNV y PSE salta a la vista: la brecha social es cada vez mayor, los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. El sistema fiscal del PNV no cumple la función redistributiva de la riqueza como debería y tampoco garantiza los ingresos suficentes para sostener el sistema de bienestar», alertó en su intervención.

Pinedo subrayó que los recortes que se han hecho habituales en sanidad, educación y servicios sociales son una consecuencia directa de ese «sistema fiscal errático, poco ambicioso y desnortado, ya que los niveles de presión fiscal de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se sitúan en el grupo de los del Estado español, los países bálticos o los del este europeo, cuyos sistemas de bienestar no se caracterizan por ser ejemplares, y muy lejos de países como Dinamarca o Suecia», lamentó, y añadió que, «en vez de avanzar en la tributación sobre el capital, la riqueza y el patrimonio improductivo, sigue fiándolo todo a la presión sobre las rentas del trabajo y el consumo».